DESCRIPCIÓN

Tiralalira es un blog que como su propio nombre indica, trata sobre todo en general y nada en particular.
Aquí encontrarás de todo un poco: es mi cajón desastre informático que como en mi cabeza, ideas mil bullen...
Podrás ver gastronomía, deporte, ciencia, entretenimiento, denuncia, cultura, opinión y cualquier otra cosa que me llame la atención, no necesariamente por ese orden.

Por último, el nombre del blog quiere ser un reflejo de la sociedad que tenemos actualmente, en la que ante cualquier situación que no nos afecte directamente, la actitud (salvo honrosas excepciones) suele ser la de silbar mirando para otro lado. Tiralalira, tiralalira.......


miércoles, 13 de junio de 2012

El mejor marmitako del mundo

A pesar de lo grandilocuente del título, debería decir que hoy no he cocinado el mejor marmitako del mundo, sino de la galaxia, incluyendo Andrómeda y Orión.
La receta que sus voy a ofrecer la he testado con esta en un par de ocasiones, con lo cualo puedo decir que las proporciones ofrecidas y los tiempos de cocción son los correctos.
Vamos allá.
Necesitaremos:
- 1.600 kg de bonito del norte. No vale atún; es parecido pero no es igual ni por el forro.
- 4 cebollas
- 4 pimientos verdes normales
- 5 tomates medianiles
- 2 kg de patatas
- 2 cucharadillas de pulpa de pimiento choricero
- 2 litros de caldo de pescado
- aceite, sal y pimienta blanca

Aquí tenéis las verduritas recién traídas de la tienda:



Procedemos a su limpieza y preparación:



Coño, qué ordenaditas. La cebolla y el pimiento los picamos menuditos, las patatas las cascamos y el tomate lo pelamos para su posterior picado.


Las patatas las he guardado en agüita para conservarlas mejor, pues desde que las he preparado hasta que las he cocinado se han pasado un par de horas o así. Fijaos en el tomate: peladito y con los rabitos verdes quitados, nada de encontrarse algo en el plato que no pueda comerse.

Ahora el pez, osea el bonito. Tres hermosas rodajas:


Aquí hay que ser escrupulosos: desecharemos piel, espinas y carne sangrante. No vamos a joder un plato de lujo por ahorrar dos duros. Eso sí, lo sobrante no se tira, sirve para hacer un fumet la próxima vez.


El bonito ya está limpio. Posteriormente lo partiremos en pedacitos de 2x2 cm aproximadamente, y lo salpimentaremos. No hay foto pues como he dicho antes no he cocinado inmediatamente, sino que ha habido un impass.

Bueno, al turrón. Ya estamos perola en mano. Lo primero salamos y pochamos la cebolla un poco.



Como veis, el pimiento verde se reserva. La cebolla tarda más en hacerse que el pimiento y por esta razón hay que esperar a que aquélla se haga un poco.

Añadimos el pimiento verde y lo salamos.



Y esperamos a que se haga un poco. No del todo, pues luego lleva más cocción. Si lo hacemos totalmente, en el plato final queda deshecho y eso no es presentable.

Y añadimos el tomate picadito y lo salamos. Aquí es donde se empiezan a acelerar las cosas y por eso no hay casi afotos.



Esperamos a que se haga el tomate y suelte el líquido, momento en el que echaremos un buen chorro de vino blanco que esperaremos a que se evapore (ya no olerá a alcohol), y será cuando añadamos un par de cucharadillas de pulpa de pimiento choricero, daremos un par de vueltas para mezclar y echaremos las patatas encima, que también salaremos. Revolvemos todo rápido-corremos riesgo de que se queme el pimiento y la caguemos- y rellenamos con el caldo de pescado, que habremos calentado previamente en un cazo.


Ahora sólo hay que esperar a que se hagan las patatas, cosa de veinte minutos o así. Podemos aprovechar a tomarnos un vinillo (como he hecho yo), vigilando la hechura del tubérculo, que es lo que nos marca el siguiente paso.
Pinchamos las patatas con un cuchillo y cuando estén, apartamos el perol del fuego y echamos los pedazos de bonito EN CRUDO. Revolvemos con cuidado para mezclar todo y tapamos con una tapa al efecto. Observad que el bonito ha cambiado de color con solo revolver, pero algún trozo está aún rosita.


Pasados 10 minutos, el aspecto que ha tomado es éste:


La salsa ha ligado un poco y el bonito ya está cocinado. Muy importante: el bonito se cocina con el calor de la patata y el caldo, no hay que utilizar fuego. Si lo hacemos, queda más duro que el pie de Cristo.

Güelga decir que estaba riquísimo, a tenor del primer plato que hemos comido:



Y tras repetir, aún hemos sacado fuerzas de flaqueza para tripitir un poquitín:



En fin, qué decir. La receta reseñada es para ocho comensales y tan sólo estábamos cinco (jabalís oficiales primera, claro está). Pero mirad cómo ha quedado la cazuela tras exhaustivas incursiones:



Y yo que pensaba llevarme algo a casa. Todavía no sé con quién me bato el cobre.

Tan sólo animaros a cocinar este excelente plato de la cocina vasca que vais a quedar como auténticos Jaunak (señor, en euskera). Qué digo jaunak, como un Basajaun (señor del bosque, en la mitología vasca un ser parecido al Yeti o el Bigfoot)

viernes, 1 de junio de 2012

Base

Base d'una columna del pati de l'ambaixador Vich, Museu de Belles Arts de València

 Todo en la vida necesita una base.

Un cuadrado. Base por altura igual a superficie.

Un triángulo. Base por altura partido por dos igual a superficie

Una pizza. Fina o normal.

Un país de la Otan. También necesita bases.

Un país donde gobierna un partido por mayoría absoluta. Como el nuestro.

La base que dan los votos. Y los abstencionistas, tantos como los votos. Casi veinte millones de personas. En total somos cuarenta y cinco, contando bebés.

Y así estamos. Con las peores perspectivas de futuro que ha visto este país en muchos años. Y lo que es peor: tiene una base. Una base social que afirma que este es el camino, una base social que a pesar de las advertencias, del descontento social, del nulo programa del partido ahora gobernante, del desprecio hacia lo distinto, de la soberbia, la incultura, la avaricia y no se cuántos más pecados capitales, fue el día 20N y eligió este camino a través de la mayor de las democracias, el sufragio universal. O no eligió ninguno y dijo que no participaba en esto. Que no iba con ella (o con él).

No son invasores de cuerpos, no han salido de las profundidades de la tierra, no han bajado de las montañas ni han salido de los mares. Están entre nosotros, nos rodean, charlan con nosotros, trabajan como nosotros y viven en las mismas casas que nosotros. Ganan el mismo dinero, ven la misma porquería en la tele, van a la misma oficina, tienen el mismo coche y asisten al mismo gimnasio, leen los mismos libros. Y sin embargo nos traicionaron. Nos condenaron. Repudiaron a su igual, se repudiaron a sí mismos. Olvidaron lo que en realidad son.

Estamos locos. Estamos acabados.

Huid jóvenes, ahora que aún tenéis tiempo y no habéis echado raíces. Los que aquí quedamos haremos lo que podamos y defenderemos este ingrato pedazo de tierra, aunque nos escupa a la cara, sólo porque es la tierra que nos vio nacer.
Sembrad vuestra semilla por el mundo, aprended, trabajad, mirad más allá de las fronteras, esforzaos y traed de vuelta nuevos horizontes como ya hicieron vuestros abuelos. Guardad con vosotros lo aprendido y enseñádselo a vuestros hijos, mostradles el camino, hacedlos personas honradas en este país maldito.

Es ya nuestra única esperanza.


45:9 | Daos prisa, id a mi padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven a mí, no te detengas.
45:10 | Habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes.
45:11 | Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes.

Génesis. Dos mil años después y no hemos aprendido nada.