DESCRIPCIÓN

Tiralalira es un blog que como su propio nombre indica, trata sobre todo en general y nada en particular.
Aquí encontrarás de todo un poco: es mi cajón desastre informático que como en mi cabeza, ideas mil bullen...
Podrás ver gastronomía, deporte, ciencia, entretenimiento, denuncia, cultura, opinión y cualquier otra cosa que me llame la atención, no necesariamente por ese orden.

Por último, el nombre del blog quiere ser un reflejo de la sociedad que tenemos actualmente, en la que ante cualquier situación que no nos afecte directamente, la actitud (salvo honrosas excepciones) suele ser la de silbar mirando para otro lado. Tiralalira, tiralalira.......


viernes, 10 de agosto de 2012

Las Persépidas

Como todo el mundo NO sabe, las Persépidas son estrellas fugaces que se conocen fuera de mi cuadrilla como Perseidas.
No voy a decir ahora qué es una estrella fugaz, ni cómo se producen esos destellos en el cielo al caer trozos de meteoro que por roce con la atmósfera entran en ignición y se deshacen, creando bonitos rastros de luz...;-D
El caso es que anoche, aun cuando no era la más adecuada para verlas, fuimos a ello pertrechados de un buen bocadillo, agua y una no menos palpitante expectación.

No había caído el día del todo y ya estábamos en un mirador a la suficiente altura y lejanía de la ciudad como para ver bastante bien la bóveda celeste. Ya escondido el sol, las primeras estrellas se dejaron ver: ahí echamos de menos un buen planisferio estelar para entretenernos identificando constelaciones.
Y ya de noche, las estrellas parecían pegadas a una suerte de lámina oscura, como si estuviesen tan cerca como la altura a la que pasaban los aviones, a velocidades vertiginosas.

La espera fue larga pero...¡allí estaba!. Una esfera de luz vivísima cruzó el cielo dejando una estela de color blanco brillante, durante un segundo. Sólo fue una, tan sólo una. Pero por un momento me sentí, a pesar de toda la gente que me rodeaba, tan pequeño como una mota de polvo en el cosmos. Tan pequeño como un trozo de cola de cometa que colisiona contra un puntito azul pálido, en un Cosmos gigantesco. Tan solo como pudo estar quien tomó esta bonita pero inquietante fotografía; la que nos dice que estamos tan aislados en nuestro propio mundo que no nos damos cuenta de lo insignificantes que somos.