5 gramos

Esta humilde pelotita de papel de aluminio pesa exactamente cinco gramos

5 gramos. Nada más y nada menos que eso. 5 gramos de aluminio.

El otro día me estaba cepillando los dientes y mi hija pequeña, con un gesto aprendido, me cerró el grifo del cual caía un chorrito de agua.
- Papá, no tienes que malgastar agua.
- Tienes razón hija, pero me he acostumbrado y prefiero que caiga el agua mientras me lavo los dientes

Me pregunté entonces cuánta agua había "malgastado", pero mis pensamientos fueron en dirección opuesta; hacia el malgaste silencioso, ese que no vemos.

El aluminio es uno de los metales más abundantes de la corteza terrestre, a pesar de lo cual nadie en el mundo que yo sepa lo ha visto nativo, esto es, extraído tal cual de la mina. Es por una razón muy sencilla: no existe.
Se extrae de un mineral rico en óxido de aluminio que se llama bauxita, y a partir de ahí y por medios industriales, se obtiene el aluminio tal y como lo conocemos.
Para la obtención de mil kilos de aluminio es necesario:
- 4000 kilos de bauxita
- 80 kilos de criolita (un compuesto necesario)
- 600 kilos de electrodos de carbón
- 22.000 kwh de electricidad

Así que con una simple regla de tres, para obtener cinco gramos de aluminio se necesitan 0.11 kwh, lo que equivale más o menos a lo que gasta una bombilla de 100w encendida durante una hora.

Y ya puestos, si un señor se lleva al trabajo un bocadillo envuelto en papel de aluminio, además de una lata de refresco hecha en aluminio(27 gramos) durante un mes, y lo tira a la basura cívicamente, está tirando más o menos 15 kwh mensuales, lo que viene a ser tener el horno encendido durante 15 horas sin nada dentro.

No entro a valorar lo que, en términos energéticos, puede costar extraer las 4 toneladas de bauxita ni el resto de componentes, pero a buen seguro que tirar una simple pelotita de aluminio a la papelera NO reciclable, es mucho más costoso que cepillarse los dientes con el agua corriendo.

Ya sabéis, el bocadillo envuelto en papel y de ahí al cubo del reciclado.

Nota: las latas suelen estar hechas de hojalata recubierta con estaño, lo que supone más o menos el 50% del consumo mundial de estaño. El estaño se extrae de la casiterita, ese mineral maldito que nos describió el periodista navarro David Beriáin en su reportaje "Congo, tierra violada". Sí, no sólo el que tiene una videoconsola o un móvil es en parte responsable. Basta abrir una lata de sardinas o beberse un refresco.