Leopoldo Abadía

Que conste que Leopoldo Abadía me cae bien. Hace fácil lo difícil. Y se explica como lo haría un padre con su hijo de cuatro años. Benevolente, admitiendo toda clase de preguntas por pueriles que sean, y dando razones que cualquiera puede entender, sin caer en tecnicismos económicos al alcance sólo de unos pocos.
Sus explicaciones pueden resumirse en que lo que es bueno para una familia, es bueno para dos, para tres... y así para todo un país.
Y estoy completamente de acuerdo cuando propugna que el trabajo duro es lo que nos hace falta. Y que si hay que admitir -por que no nos queda otra- un trabajo que no corresponda a nuestra formación y/o categoría, deberemos admitirlo hasta que tengamos una oportunidad de trabajar de lo nuestro. En otras palabras, que nos agarremos a lo que podamos, que trabajemos en lo que sea y ya vendrán tiempos mejores.
En cuanto a la macroeconomía, explicó ayer -en tve, a las tantas de la madrugada- que más de un gran ejecutivo que hoy día se sienta enfrente de Obama, debería estar en la cárcel y no dirigiendo economías mundiales.
A mi parecer faltó el paso intermedio, que es la empresa en la que todos trabajamos, ya sea la gran fábrica o la pyme a la que vamos todos los días ocho horas.
¿Acaso es que no pueden hacer nada?¿Es cierto que se encuentran ahogadas por la crisis...? Y digo yo, ¿dónde está todo lo que ganaron en los años de la bonanza económica?¿Lo reinvirtieron?¿Gastaron en I+D?¿Investigaron en nuevos productos o se acomodaron en tecnologías hoy ya obsoletas?
Yo, a nivel general, observo que fábricas que hace diez años hacían un tipo de producto con un tipo de tecnología, hoy día hacen el mismo producto con la misma tecnología, solo que diez años más vieja. Amortizada, eso sí. Pero que a duras penas puede competir ya, salvo claro está, trabajando más por menos, como diría el difunto Díaz Ferrán. Y ni por esas.
Y me pregunto...¿y dónde está todo ese dinero que fue conseguido en el período 1997-2005? A lo mejor Hacienda va a encontrar ahora la respuesta....

Yo siempre pongo el mismo ejemplo: Alemania. Fue capaz de devastar Europa y a sí misma en 1914 y en 1945, capaz de resurgir de sus cenizas en la década de 1960, capaz de absorber un estado entero (RDA) en los 90, y de ser la locomotora económica europea hoy día. ¿Cómo lo han hecho? Pues muy fácil.
Si usted quiere un coche de calidad, usted compra un coche alemán.
Si usted quiere un electrodoméstico de calidad, usted compra un electrodoméstico alemán.
Si usted quiere maquinaria de calidad, usted compra maquinaria alemana.

Esto se consigue invirtiendo en nuevas tecnologías, apostando por I+D, investigando, formando a técnicos en todos los campos, nunca pensar que ya se tiene todo hecho, y no dormirse en los laureles.
Alemania ha sido capaz de, basándose en el trabajo y sacrificio de TODOS, ser una nación pujante y orgullosa de sí misma.
Conozco personalmente un caso: un directivo alemán fue preguntado acerca de porqué el producto de su empresa (alemana) era el más caro de su segmento. La respuesta, dando un puñetazo en la mesa, fue: "Deutschland!". Por cierto, también era el más vendido.