La electricidad es esa cosa que si metes la mano en un enchufe te da una sacudida que te deja medio tieso. Por eso los electricistas son un gremio respetado.
Pero no voy por ahí.
Cantidad de veces hemos visto y oído en muchos titulares de prensa que España tiene que comprar energía eléctrica a Francia, que casualmente está plagada de centrales nucleares. Y así vendernos dos motos, a cada cual de más cilindrada: que no producimos la suficiente energía eléctrica, y que deberíamos copiar al vecino del norte que siempre es más listo, como en los chistes.
Pues bien, más de uno debería saber que ahora mismo España produce más energía eléctrica que la que consume, esto es, que no sólo nos abastecemos a nosotros mismos sino que además vendemos energía al exterior, entre otros países a Francia.
Y también debería saber que nunca jamás seremos independientes energéticamente, pues la energía eléctrica producida hay que ponerla inmediatamente en la red para no perderla, y esa electricidad será absorbida por un bar en Fuenlabrada o por la red eléctrica gala, portuguesa o marroquí (nuestros clientes/proveedores de energía): allí donde se necesite en el momento que se necesite. Y si es España la que necesita en un momento dado más energía que la que produce (por ejemplo la noche de Reyes que en Francia no es festivo), pues se compra y ya está.
Ese es el gran problema de la energía eléctrica, que no puede almacenarse. En cuanto se produce, hay que darle salida hacia donde sea, echarla a la Red y de ahí que la coja el que lo necesite. ¿Y si yo en un día con mucho viento produzco muchísima electricidad procedente de los aerogeneradores? ¿Y si no me la compra nadie? Pues muy sencillo: se paran los molinos. La perdemos.
Esa es la ventaja de las centrales nucleares, que son capaces de producir más o menos dependiendo de la demanda en un momento dado (y estoy hablando momentos de minutos). Se mete más uranio y a correr. Eso sí, una vez quemado ya lo tiraremos a alguna fosa en algún país del tercer mundo que no proteste. Y nuestra conciencia bien limpita.
¿Cuál sería la solución? Yo apuesto por la generación de hidrógeno. Tan fácil y barato como aplicar electricidad al agua y disociarla en hidrógeno y oxígeno, como en las prácticas de física de 7º de EGB con una pila de petaca. Y guardar el hidrógeno y luego ya lo aprovecharemos para lo que queramos, incluido para motores de coches como los que ya existen, aunque en fase experimental.
Además, la existencia de reservas estratégicas de hidrógeno nos permitiría no depender del precio de los combustibles fósiles (mucha de la producción eléctrica española se hace quemando carbón y gas), así que sólo quedaría producir hidrógeno mediante electricidad generada con energías como la solar, eólica y la hidraúlica, limpias e inagotables. Pero para eso hay que aumentar espectacularmente la eficiencia de estos sistemas, invirtiendo mucho dinero en investigación.
Y aún más, al quemar hidrógeno se genera un subproducto de lo más curioso: agua. Que algún avezado seguro que la vendía como la última moda.
DESCRIPCIÓN
Tiralalira es un blog que como su propio nombre indica, trata sobre todo en general y nada en particular.
Aquí encontrarás de todo un poco: es mi cajón desastre informático que como en mi cabeza, ideas mil bullen...
Podrás ver gastronomía, deporte, ciencia, entretenimiento, denuncia, cultura, opinión y cualquier otra cosa que me llame la atención, no necesariamente por ese orden.
Por último, el nombre del blog quiere ser un reflejo de la sociedad que tenemos actualmente, en la que ante cualquier situación que no nos afecte directamente, la actitud (salvo honrosas excepciones) suele ser la de silbar mirando para otro lado. Tiralalira, tiralalira.......
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