Actualización 27/4/13: aquí tenéis cómo se hacen
DESCRIPCIÓN
Tiralalira es un blog que como su propio nombre indica, trata sobre todo en general y nada en particular.
Aquí encontrarás de todo un poco: es mi cajón desastre informático que como en mi cabeza, ideas mil bullen...
Podrás ver gastronomía, deporte, ciencia, entretenimiento, denuncia, cultura, opinión y cualquier otra cosa que me llame la atención, no necesariamente por ese orden.
Por último, el nombre del blog quiere ser un reflejo de la sociedad que tenemos actualmente, en la que ante cualquier situación que no nos afecte directamente, la actitud (salvo honrosas excepciones) suele ser la de silbar mirando para otro lado. Tiralalira, tiralalira.......
Aquí encontrarás de todo un poco: es mi cajón desastre informático que como en mi cabeza, ideas mil bullen...
Podrás ver gastronomía, deporte, ciencia, entretenimiento, denuncia, cultura, opinión y cualquier otra cosa que me llame la atención, no necesariamente por ese orden.
Por último, el nombre del blog quiere ser un reflejo de la sociedad que tenemos actualmente, en la que ante cualquier situación que no nos afecte directamente, la actitud (salvo honrosas excepciones) suele ser la de silbar mirando para otro lado. Tiralalira, tiralalira.......
jueves, 31 de marzo de 2011
Rosquillas caseras
El otro día me dio por hacer rosquillas caseras, y bueno, no me salieron nada mal...
martes, 15 de marzo de 2011
Aclarando términos
Yo, es que soy un pelma y sigo con lo mío.
Voy a indagar porqué los dos últimos expresidentes del gobierno de España apuestan por la energía nuclear (o por lo menos, apostaban hasta hace bien poco).
Resulta que D. Felipe González trabaja para Gas Natural, y D. Jose María Aznar lo hace para Endesa. Que casualmente, son las propietarias de un buen porcentaje de las ocho centrales nucleares españolas, como bien indica el Ministerio de Industria aquí.
Así que misterio resuelto...No van a morder la mano de quien les da de comer, porque estos dos serán lo que sean, pero tontos no.
A mí en realidad esto no me asombra, sino la cantidad de gente que tiene su mismo discurso, pero en cambio en caso de accidente estilo Fukushima, no tienen los medios suficientes como para pillar el primer vuelo y no volver jamás a sus casas. Que sería lo primero que harían estos dos pájaros llegado el caso, como Naoto Kan por sus pagos. Ah, que no se puede uno acercar a menos de 30 kilómetros. Vaya, con lo segura que es la energía nuclear.
Voy a indagar porqué los dos últimos expresidentes del gobierno de España apuestan por la energía nuclear (o por lo menos, apostaban hasta hace bien poco).
Resulta que D. Felipe González trabaja para Gas Natural, y D. Jose María Aznar lo hace para Endesa. Que casualmente, son las propietarias de un buen porcentaje de las ocho centrales nucleares españolas, como bien indica el Ministerio de Industria aquí.
Así que misterio resuelto...No van a morder la mano de quien les da de comer, porque estos dos serán lo que sean, pero tontos no.
A mí en realidad esto no me asombra, sino la cantidad de gente que tiene su mismo discurso, pero en cambio en caso de accidente estilo Fukushima, no tienen los medios suficientes como para pillar el primer vuelo y no volver jamás a sus casas. Que sería lo primero que harían estos dos pájaros llegado el caso, como Naoto Kan por sus pagos. Ah, que no se puede uno acercar a menos de 30 kilómetros. Vaya, con lo segura que es la energía nuclear.
La moratoria nuclear
Navegando navegando, me he encontrado ésto:
Para los que no vayan a tikar, viene a decir lo siguiente:
- La moratoria nuclear que firmó Felipe González, se acabó en 2007 con la liberalización del sector eléctrico (se ha privatizado)
- Lo cualo quiere decir que desde entonces pueden construirse centrales nucleares en España
- Y sin embargo, no se construyen ¿?¿?¿?¿?¿?
- Al ser el sector eléctrico privado y no público, como en Francia, pues ya no está subvencionado
- Y como no está subvencionado, los gastos de una central nuclear, TODOS los gastos, debe pagarlos el empresario que financia la central (incluyendo la gestión de residuos activos MILES de años)
- Y como eso no es rentable, pues se invierte en eólica o en ciclo combinado, que sí lo es. A no ser, claro está, que se venda la moto de que son necesarias estratégicamente y se presione para ser subvencionadas. Y sólo entonces se construirán.
Y todo lo demás, MENTIRA.
Y aquí os dejo un pdf de Red Eléctrica de España de 2010, donde dice claramente que en ese año se importaron 61944 GWh, el ¡¡17% 21%!! del total nacional, a partir de energía nuclear.
Yo, por esa puta mierda de porcentaje, no me juego la de Japón y me forro a ciclos combinados, o directamente a combinados, eso sí, de Gin Kas de Beefeater.
Nota: esto es un email que pasé a mis amigos ayer noche, pero hoy mismo en RNE1 a las 8:50 se exponía prácticamente lo mismo.
lunes, 14 de marzo de 2011
Energía nuclear
La energía nuclear es una cosa bastante sencilla de entender, incluso para los partidarios de la misma.
La cosa se basa en puntitos, cosicas mu chiquiticas pero que manejadas de forma conveniente, dan energía al monitor desde el que estás leyendo, alimentan las maquinas que nos curan del cáncer, o directamente nos achicharran vivos en caso de escape nuclear. Todo depende.
Esos puntitos se llaman quarks y leptones, que si los juntamos (bueno, ellos ya lo hacen solitos de forma natural) forman a su vez los protones, electrones y neutrones, que éstos ya nos suenan más por haberlos estudiado en la EGB.
Bien, el caso es que todo elemento químico -por ejemplo el hidrógeno- está formado por protones, neutrones y electrones. En el hidrógeno, se trata de un protón y un neutrón junticos y dando vueltas alrededor, un electrón.
Y de cosas como ésta está formado absolutamente todo lo que conocemos, nos guste o no.
Asín las cosas, hubo gentes en la Historia que se dejaron literalmente el pellejo investigando (léase Madame Curie), para llegar a conclusiones como que había elementos por esos mundos de Dios como el Uranio 238 que, si le metemos un cañonazo con un neutrón que tengamos a mano, se parte en dos (fisiona) y además libera mucha energía en forma de calor, y no sólo eso, que tiene la ventaja de que de esa fisión salen nuevos neutrones que les meten caña a más átomos de uranio, y tenemos más energía todavía. Bueno, técnicamente no, el uranio aprovechable no es el 238 sino el 235, algo parecido.
Y si somos capaces, que lo somos, de aprovechar el calor generado para calentar agua y hervirla, la metemos por una cañería de dos pulgadas y movemos unas aspas, a las que conectamos una dinamo y...voilá, ya tengo luz en el trastero! Cojones qué fácil, ¿no?, si se trata de mover una dinamo como la de la bici de mi pueblo...Eso qué va a ser peligroso hombre, si yo tengo una bici de esas con dinamo y no me ha dao poblemas en la vida, ridiela.
Vistas así, todo el mundo podríamos tener una minicentral en nuestra casa, como el que tiene una tomatera en el balcón, y autoabastecernos.
Pero sucede (qué cosas, la naturaleza, ese regalo del Señor) que si nos acercamos un poquitinín nada más, una miajitina, un piacico na más, a determinados compuestos de Uranio, acabemos más calvos que el de la Lotería de Navidad y con un dolorcillo en los huesos de lo más estimulante: estaremos contaminados. ¿Pero por qué?. Pues porque ese calorcito que dan los elementos al desintegrarse y calienta el agua que mueve las aspitas, se llama radiación. Son particulitas que salen despedidas de forma natural y que las llamamos alfa, beta y gamma, por cortesía con los griegos que eran mu listejos ellos.
Y los rayos alfa y rayos beta pues bueno, pues en fin, con un papel de plata de envolver el bocata de chorizo como que se pueden parar..¿y los gamma? Ah, amigo. Ah, cómo se conoce que no eres aficionado a Marvel Comics. Si no, sabrías que Bruce Banner fue sometido accidentalmente a rayos gamma y debido a eso se convertía en El Increíble Hulk o La Masa, una caricatura de lo que el ser humano puede llegar a ser cuando juega a ser Dios, esa cosa compuesta de no se sabe qué.
Estos rayos gamma tienen la capacidad de modificar la estructura de nuestro ADN a nivel celular, haciendo que si nos exponemos frescamente a esta radiación, la palmemos en cuestión de horas. Así que echaremos mano de algo pa tapar el asunto, pero nada de un papel de plata, sino caparazones de plomo y hormigón a lo bestia.
Pues ya está montao el tinglao: ya tengo uranio, ya tengo la dinamo, ya tengo la cañería con las aspitas y algo más de agua para refrigerar el exceso de calor (por eso las centrales siempre se construyen al lado del mar o de ríos muy grandes). Y con un poco de plomo y hormigón del plan ZP que me sobra, pues a producir que tengo que enchufar el frigo pa darles unos helaos a los zagales.
Uy qué bien. Uy qué baratito es todo esto. Uy qué vitro más maja que mi comprau. Uy qué ecológico soy....
Hasta que todo se va a tomar por el culo, que es lo que pasó en Three Mile Islands en 1979 y en Chernóbil en 1986. Y ahora, no sabemos si quizá ya en Fukushima haya un desastre parecido.
Os dejo un enlace a este vídeo de la película Mad Max, una visión de un mundo sin energía de ningún tipo, debido a un desastre nuclear. Tina Turner -la intérprete del tema- habla sobre algo llamado "Thunderdome", traducido como La Cúpula del Trueno.
Imagino que es exactamente eso lo que se debe de sentir cuando un hongo apocalíptico estalla sobre nosotros, o cuando una central que está en nuestro pueblo y nos da trabajo empieza a temblar porque la refrigeración no ha funcionado todo lo bien que debería.
La cosa se basa en puntitos, cosicas mu chiquiticas pero que manejadas de forma conveniente, dan energía al monitor desde el que estás leyendo, alimentan las maquinas que nos curan del cáncer, o directamente nos achicharran vivos en caso de escape nuclear. Todo depende.
Esos puntitos se llaman quarks y leptones, que si los juntamos (bueno, ellos ya lo hacen solitos de forma natural) forman a su vez los protones, electrones y neutrones, que éstos ya nos suenan más por haberlos estudiado en la EGB.
Bien, el caso es que todo elemento químico -por ejemplo el hidrógeno- está formado por protones, neutrones y electrones. En el hidrógeno, se trata de un protón y un neutrón junticos y dando vueltas alrededor, un electrón.
Y de cosas como ésta está formado absolutamente todo lo que conocemos, nos guste o no.
Asín las cosas, hubo gentes en la Historia que se dejaron literalmente el pellejo investigando (léase Madame Curie), para llegar a conclusiones como que había elementos por esos mundos de Dios como el Uranio 238 que, si le metemos un cañonazo con un neutrón que tengamos a mano, se parte en dos (fisiona) y además libera mucha energía en forma de calor, y no sólo eso, que tiene la ventaja de que de esa fisión salen nuevos neutrones que les meten caña a más átomos de uranio, y tenemos más energía todavía. Bueno, técnicamente no, el uranio aprovechable no es el 238 sino el 235, algo parecido.
Y si somos capaces, que lo somos, de aprovechar el calor generado para calentar agua y hervirla, la metemos por una cañería de dos pulgadas y movemos unas aspas, a las que conectamos una dinamo y...voilá, ya tengo luz en el trastero! Cojones qué fácil, ¿no?, si se trata de mover una dinamo como la de la bici de mi pueblo...Eso qué va a ser peligroso hombre, si yo tengo una bici de esas con dinamo y no me ha dao poblemas en la vida, ridiela.
Vistas así, todo el mundo podríamos tener una minicentral en nuestra casa, como el que tiene una tomatera en el balcón, y autoabastecernos.
Pero sucede (qué cosas, la naturaleza, ese regalo del Señor) que si nos acercamos un poquitinín nada más, una miajitina, un piacico na más, a determinados compuestos de Uranio, acabemos más calvos que el de la Lotería de Navidad y con un dolorcillo en los huesos de lo más estimulante: estaremos contaminados. ¿Pero por qué?. Pues porque ese calorcito que dan los elementos al desintegrarse y calienta el agua que mueve las aspitas, se llama radiación. Son particulitas que salen despedidas de forma natural y que las llamamos alfa, beta y gamma, por cortesía con los griegos que eran mu listejos ellos.
Y los rayos alfa y rayos beta pues bueno, pues en fin, con un papel de plata de envolver el bocata de chorizo como que se pueden parar..¿y los gamma? Ah, amigo. Ah, cómo se conoce que no eres aficionado a Marvel Comics. Si no, sabrías que Bruce Banner fue sometido accidentalmente a rayos gamma y debido a eso se convertía en El Increíble Hulk o La Masa, una caricatura de lo que el ser humano puede llegar a ser cuando juega a ser Dios, esa cosa compuesta de no se sabe qué.
Estos rayos gamma tienen la capacidad de modificar la estructura de nuestro ADN a nivel celular, haciendo que si nos exponemos frescamente a esta radiación, la palmemos en cuestión de horas. Así que echaremos mano de algo pa tapar el asunto, pero nada de un papel de plata, sino caparazones de plomo y hormigón a lo bestia.
Pues ya está montao el tinglao: ya tengo uranio, ya tengo la dinamo, ya tengo la cañería con las aspitas y algo más de agua para refrigerar el exceso de calor (por eso las centrales siempre se construyen al lado del mar o de ríos muy grandes). Y con un poco de plomo y hormigón del plan ZP que me sobra, pues a producir que tengo que enchufar el frigo pa darles unos helaos a los zagales.
Uy qué bien. Uy qué baratito es todo esto. Uy qué vitro más maja que mi comprau. Uy qué ecológico soy....
Hasta que todo se va a tomar por el culo, que es lo que pasó en Three Mile Islands en 1979 y en Chernóbil en 1986. Y ahora, no sabemos si quizá ya en Fukushima haya un desastre parecido.
Os dejo un enlace a este vídeo de la película Mad Max, una visión de un mundo sin energía de ningún tipo, debido a un desastre nuclear. Tina Turner -la intérprete del tema- habla sobre algo llamado "Thunderdome", traducido como La Cúpula del Trueno.
Imagino que es exactamente eso lo que se debe de sentir cuando un hongo apocalíptico estalla sobre nosotros, o cuando una central que está en nuestro pueblo y nos da trabajo empieza a temblar porque la refrigeración no ha funcionado todo lo bien que debería.
lunes, 7 de marzo de 2011
El miedo a volar
Mucha gente tiene miedo a coger un avión (tomar un vuelo, que dirían en Argentina), por el hecho de que si algo falla y es gordo, lo más probable es que el avión entero se vaya a tomar por saco con todos los pasajeros dentro.
Este miedo no sólo se da entre las personas que nunca han volado, sino también y cada vez con más frecuencia, entre las personas que por su trabajo deben utilizar este medio de transporte con asiduidad. A más frecuencia, más probabilidades, dicen.
Claro que todo el mundo hemos oído que el avión es el medio de transporte más seguro que existe, a pesar de lo cual los miedos no desaparecen por mucho que lo sepamos.
Hace poco tuve la oportunidad de hablar con una persona que había trabajado en la industria aeronaútica, y coincidimos en la tremenda trazabilidad -o sea, que podía seguirse todo su curso de fabricación- que debía tener todo componente que interviniese en la fabricación de un avión, desde el ordenador central hasta el último remache de la bodega de carga. Y para ello hacía falta casi tanto personal en administración como en producción. Pero claro, si un día en un vuelo sobre Nuku'Alofa un tornillo del asiento de un pasajero se rompía por fatiga, se podía llegar a saber hasta de qué mina y en qué turno de trabajo y de qué veta salió el mineral de hierro para fabricar aquél tornillo, y de esta forma tomar decisiones acerca de la idoneidad de ese proveedor, para que el incidente no pudiera repetirse. Amén de la multitud y complejidad de controles intermedios, claro está.
Ésta es la seguridad que hoy día tenemos en cualquier avión que nos montemos, con pruebas como éstas que os dejo a continuación, tremendamente espectaculares, como éste test de desprendimiento de un álabe de la turbina de un motor.
O este otro, en el que se simula que el motor traga arena (por ejemplo, al atravesar una tormenta en el desierto)
O este otro, que simula que el avión cruza una tormenta de agua
Y por último este otro, que además de lo anterior, nos muestra cómo se hace un test de ingestión de pájaros, en el que se lanzan aves encapsuladas en helio congelado a velocidades que simulan un impacto en altura, y se estudian los efectos sobre los álabes.
Y no quiero imaginarme cuánto dinero cuestan estas pruebas a las grandes constructoras de motores...como para permitirse el lujo de que luego uno de éstos falle porque sí.
Este miedo no sólo se da entre las personas que nunca han volado, sino también y cada vez con más frecuencia, entre las personas que por su trabajo deben utilizar este medio de transporte con asiduidad. A más frecuencia, más probabilidades, dicen.
Claro que todo el mundo hemos oído que el avión es el medio de transporte más seguro que existe, a pesar de lo cual los miedos no desaparecen por mucho que lo sepamos.
Hace poco tuve la oportunidad de hablar con una persona que había trabajado en la industria aeronaútica, y coincidimos en la tremenda trazabilidad -o sea, que podía seguirse todo su curso de fabricación- que debía tener todo componente que interviniese en la fabricación de un avión, desde el ordenador central hasta el último remache de la bodega de carga. Y para ello hacía falta casi tanto personal en administración como en producción. Pero claro, si un día en un vuelo sobre Nuku'Alofa un tornillo del asiento de un pasajero se rompía por fatiga, se podía llegar a saber hasta de qué mina y en qué turno de trabajo y de qué veta salió el mineral de hierro para fabricar aquél tornillo, y de esta forma tomar decisiones acerca de la idoneidad de ese proveedor, para que el incidente no pudiera repetirse. Amén de la multitud y complejidad de controles intermedios, claro está.
Ésta es la seguridad que hoy día tenemos en cualquier avión que nos montemos, con pruebas como éstas que os dejo a continuación, tremendamente espectaculares, como éste test de desprendimiento de un álabe de la turbina de un motor.
O este otro, en el que se simula que el motor traga arena (por ejemplo, al atravesar una tormenta en el desierto)
O este otro, que simula que el avión cruza una tormenta de agua
Y por último este otro, que además de lo anterior, nos muestra cómo se hace un test de ingestión de pájaros, en el que se lanzan aves encapsuladas en helio congelado a velocidades que simulan un impacto en altura, y se estudian los efectos sobre los álabes.
Y no quiero imaginarme cuánto dinero cuestan estas pruebas a las grandes constructoras de motores...como para permitirse el lujo de que luego uno de éstos falle porque sí.
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