Otia nen, ya hera ora de que la cosa reventase por algún lado. Ya tenemos aquí la reforma laboral, que por cierto, ni dios sabía nada a excepción de un finlandés cuando el presi fue pillado offderecord.
Pues ya tenemos aquí el cambio tan ansiado por una mayoría absoluta de españoles, tan seguros ellos, y que nos va a traer empleo y riqueza. Ya está aquí el maná, el agua del oasis, el frescor tras la travesía por el desierto.
Ahora seremos más competitivos, más europeos, mejores personas, más altos y más guapos. Tendremos empresas con tecnología punta, personal muy cualificado, productos capaces de enfrentarse al mismo nivel que los manufacturados en otros países, y serán mejores, más rápidos y precisos, y encima costarán menos. Nos comeremos el mundo, inundaremos el mercado con etiquetas madeinspain, y cuando en el extranjero nos paren por cruzar un semáforo en rojo diremos: "eh, oiga, que yo soy ciudadano español". Por supuesto, en la lengua de Cervantes.
Y entonces nos daremos cuenta de qué es lo que hemos hecho. Porque aparte de la mano de hostias que nos darán, se nos reirán a la jeta por gilipollas y cenutrios. Por cagaos, meapilas, melindres, hidalgomierdas, retrasaos, mequetrefes, macacos y bebesinsed.
Por dejarnos bajar el sueldo
Por dejarnos despedir por cuatro pesetas
Por dejarnos que nos manden al ERE a discreción
Por dejarnos que nos hagan meter horas a discreción
Por dejarnos prácticamente eliminar los convenios colectivos
Por creer a unos sindicatos que no han hecho nada, en un bipartidismo peor que los dos grandes partidos.
Y por tener una oportunidad como el 15M y tirarla por la borda
Así que nada, ahora a disfrutar de lo votado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario