Tiene las características de la buena cocina tradicional: barato, ingredientes sencillos y riquísimo. Y gusta a todos: grandes y pequeños, ricos y pobres, jóvenes y viejos.
Así que allá vamos. Necesitaremos:
- 150 grs de jamón, no necesariamente caro. Puede ser del hiper.
- 2 huevos
- 150 grs de mantequilla
- 1 cebolla mediana
- 1 diente de ajo
- 150 grs de harina
- 1 litro de leche
- sal, pimienta y si queremos quedar como el mismísimo Zeus, un poco de nuez moscada.
Ponemos a calentar la leche con un poco de sal y pimienta, y ponemos a cocer los huevos (pa no iniciados, 12 minutos desde que empiezan a hervir)
Aquí tenemos parte de los ingredientes que esperan su turno, empezando por la mantequilla:
La ponemos a derretir a fuego suave, porque si no se quemará y saldrá con un sabor fuerte que arruinaría el plato.
Mientras, vamos picando la cebolla y el ajo, con el jamón esperando su turno:
Pochamos la cebolla y el ajo, removiendo de vez en cuando:
Y la cosa ya va cogiendo su colorcillo:
El aroma que sube ya despierta pasiones escondidas, y más si son las siete de la tarde y tenemos la comida ya en los pies.
Aprovechamos mientras se cocina a trocear el jamón, en taquitos más o menos finos:
Y vamos preparando el resto de ingredientes, la nuez moscada y la harina:
Salteamos en otra sartén el jamón, a fuego fuerte. Reservaremos.
A estas alturas, los huevos ya se han cocido y los hemos pelado y todo:
Troceamos al gusto:
Ahora empieza la fiesta croqueteril: la cebolla ya está cocinada (hemos ido probando), y le añadimos la harina:
Ahora toca remover amigos, así que durante dos o tres minutos iremos dorando la harina para quitarle el gusto a crudo. Nos quedará una pasta más o menos sólida y sin grumos, tal como ésto:
Y añadimos la leche, que no dejaremos que haya hervido. Echamos encima y a remover....
Otia, que difícil es esto y qué poco espacio tengo. Y encima con una cuchara no voy a hacer más que el ridículo....cambio de perolo:
Joder qué cambio, ni punto de comparación. Batimos con las varillas (que además podían rayar el antiadherente de la sartén) y la cosa coge consistencia a ojos vista. Añadiremos el jamón que teníamos reservado sin dejar de remover.
Y tras remover bien, añadimos el huevo picado:
Y seguimos removiendo, a fuego muy suave para evitar agarrones en el fondo de la olla. Venga que casi lo tenemos. Ahora viene el toque maestro: comprobamos de sal y le damos un espolvoreo pequeño de nuez moscada.
Y voilá. Ya tenemos la masa hecha. Mmmmmmmmm, han salido en su punto. Suavecitas y con el puntito de la nuez moscada. Ahora toca verter la masa en una fuente:
Y la envolveremos en papel flín, cuidando bien de cubrir los bordes, para que la masa no se seque.
Bien, hasta aquí la primera parte. Ahora la masa debe ir al frigo y tirarse la noche entera ahí, para que coja consistencia. Mañana formaremos las croquetas y las freiremos, así que ¡hasta mañana!
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