DESCRIPCIÓN

Tiralalira es un blog que como su propio nombre indica, trata sobre todo en general y nada en particular.
Aquí encontrarás de todo un poco: es mi cajón desastre informático que como en mi cabeza, ideas mil bullen...
Podrás ver gastronomía, deporte, ciencia, entretenimiento, denuncia, cultura, opinión y cualquier otra cosa que me llame la atención, no necesariamente por ese orden.

Por último, el nombre del blog quiere ser un reflejo de la sociedad que tenemos actualmente, en la que ante cualquier situación que no nos afecte directamente, la actitud (salvo honrosas excepciones) suele ser la de silbar mirando para otro lado. Tiralalira, tiralalira.......


martes, 22 de noviembre de 2011

El milagro de la manzana incorrupta de San Tiralalira

Todo el mundo ha comido fruta alguna vez, aunque sea de pequeñito en potitos y pureses varios.
A mí nunca me gustó excesivamente, quitando las naranjas en temporada. Vamos, que no soy muy frutero, soy más bien devorador de solomillos y viandas similares, voto a Bríos!.
Siempre he apostado por comprar la comida (carne, verde y pez frescos) en tiendas especializadas, o sea y para entendernos, en carnicería, en frutería y en pescadería de toda la puta vida, nada de hipers ni cosas por el estilo.
Claro está que esto exige tiempo para esperar en tres sitios distintos, y además como te toque el tendero con un poco de palique, pues eso, que se hacen las mil y no has comprado nada. A cambio, puedes adquirir género que no siempre es más caro, pero sí de mucha mejor calidad. Aun así, yo a la fruta no le acababa de encontrar el gusto, y siempre he relegado su consumo...hasta hace dos semanas.
Hace dos semanas acudí, por recomendación de un compañero de trabajo, a un puesto en un mercadillo dominical en el que vendían fruta y verdura. Y me he comido unos melocotones con sabor a melocotón, uvas con sabor a uvas, dulcísimas creyéndome por un momento un cónsul romano, manzanas de color amarillo y en su punto de maduración, mandarinas, peras, nueces....un sinfín de ambrosías que ya creí extinguidas de la faz de la Tierra.
Y he descubierto que me gusta la fruta, la FRUTA con mayúsculas, la verdadera, la que es dulce y sabe buena. La que nos contaban en los cuentos, fruta dulce y sabrosa. No hay que ser un gourmet para esto, en cuanto muerdes notas la diferencia, hasta en la textura y en el sonido de cómo cruje al masticar...

Como buena prueba de ello os adjunto una fotografía de una manzana que me dieron en un hotel (en un picnic de esos que preparan) y a ver si notáis algo raro...


¿Veis algo raro? Efectivamente NO. Eso es lo raro. No tiene ni un defecto. Esta manzana me la dieron el 31 de agosto de este año, la foto fue hecha el 23 de septiembre y seguía exactamente igual. ¡¡¡ES INCORRUPTIBLE!!!!
Días más tarde me la comí más por curiosidad que por ganas, y sabía lo mismo que si la hubiese comprado un día antes.
Esta es la fruta a la que yo me refería al principio, a la que no me apetece comer, a la que no le encuentro gusto.

Así que animaros a dar un paseo por los mercadillos que hay por doquier en las ciudades, y echad un ojo a ver si lo que hay os da al ojo, que lo hará. No entro a valorar el precio de estos sitios, que además es notoriamente inferior, porque en mercados "normales" he llegado a pagar a ¡4 euracos! por un kilo de melocotones que eran como calabazas en pequeño, a juzgar por su sabor.

¡Viva la fructosa natural!

1 comentario:

  1. Pues di qué puesto es ese, hombre. Que aunque el blog no tenga publicidad eso no cuenta.

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