DESCRIPCIÓN

Tiralalira es un blog que como su propio nombre indica, trata sobre todo en general y nada en particular.
Aquí encontrarás de todo un poco: es mi cajón desastre informático que como en mi cabeza, ideas mil bullen...
Podrás ver gastronomía, deporte, ciencia, entretenimiento, denuncia, cultura, opinión y cualquier otra cosa que me llame la atención, no necesariamente por ese orden.

Por último, el nombre del blog quiere ser un reflejo de la sociedad que tenemos actualmente, en la que ante cualquier situación que no nos afecte directamente, la actitud (salvo honrosas excepciones) suele ser la de silbar mirando para otro lado. Tiralalira, tiralalira.......


domingo, 29 de enero de 2012

El contrato de Zidane con el Real Madrid

Hoy he visto (y fotografiado) lo que se supone un facsímil del contrato de Zidane con el Real Madrid, que os arrejunto aquí bajo (qué pasa, yo también escribo en plan jurado popular porque yo lo valgo).



Como no se ve mucho, aquí tenéis el mismo que se ve mejor (no hay como googlear).

Ahora, coge el tuyo (si es que lo tienes) y compara, ¡SO POBRE!

Y no busco otros contratos para jugadores actuales porque me puede dar la cagalera de la muerte.

Súmate al cambio, trón (VIII)

Camps, no culpable. Ergo inocente. Así lo dice la sentencia, que podéis ver aquí.

No sé si alguno se acordará de los comentarios de texto, allá por la extinta EGB. Aquellos textos estaban en letra de imprenta, pero es que la sentencia ya sin leerla dice mucho, mucho más de lo que pone por escrito.

Dice por ejemplo ya en la primera frase, mal puntuada además, que el jurado "a deliberado". Arg!. Si continuamos leyendo, observamos también faltas de acentuación amén de multitud de palabras repetidas una y otra vez.
Más allá de todo esto, la letra. Es propia de un adolescente. Una persona que ha escrito el suficiente número de folios y ha leído el suficiente número de libros no escribe así. Esto es letra de un chaval de 16 años. Y qué decir del alineamiento de las frases; es patético. El hecho de haber escrito todo eso así, manuscrito (no sé si es obligatorio o no) y tener que expresar si una persona se va a comer un buen marrón o no, me entran escalofríos. Es como si les diese igual, como si impartir Justicia fuese algo como escribir la lista de la compra, como si en realidad no importase el veredicto, como si en el fondo fuese un mero trámite del que salir cuanto antes.

Y mi pregunta es: ¿es ésta la Cultura que desea el Poder para nosotros?¿No le es más conveniente a la clase dirigente que existan multitud de personas como las que dictan esta clase de sentencias?¿No es de extrañar que se haya recortado presupuesto para educación?

Nietzsche dejó escrito: "¿Qué es lo que, en definitiva, se quiere? Si se intenta un fin, hay que procurar también los medios conducen­tes a su logro; si se quiere esclavos, es una locura educarlos para amos"

jueves, 26 de enero de 2012

Comparativa LED-Dicroico

Edison bulb

Hoy día todo el mundo sabe lo que es un LED, pero no todo el mundo sabe lo qué es un dicroico, a pesar de tener muchos en casa. Bueno, un dicroico es un foco de los de toda la vida.
Ahora, con la aparición de las lámparas LED con su bajo consumo y su gran durabilidad, mucha gente se plantea si merece la pena o no poner iluminación LED en casa, o seguir con los focos de siempre.
El quid de la questión está en varios factores:
- El precio de uno y otro
- La potencia que consume cada uno
- La vida útil en horas
- El número de conmutaciones que aguanta sin fundirse
- La intensidad lumínica de cada uno
- El ángulo de radiación con que da la luz
- El precio del kwh consumido

El gran hándicap de los LED es -aparte de su precio-el número de conmutaciones (encender/apagar) que aguanta sin fundirse. Es del orden de 10 veces menor que un dicroico.
Por lo que un LED se aconseja para pocas conmutaciones y muchas horas seguidas de uso, y el dicroico para lo contrario.
Y me he tirao un ratilio con la escel para hacer cálculos, y para mi caso particular he supuesto que uso una media de 2.5 horas/día un foco, con aproximadamente 32 conmutaciones.
Por lo que los resultados son éstos:




Ya sé que el pantallazo de la escel no se lee bien, pero bueno, está decentillo.

En total, que en 8.56 años que me duraría un LED, se me fundirían casi dos dicroicos, y debido a eso y a la diferencia de consumos, pues en total si pongo LED's me ahorro 20.19€ por cada foco en esas condiciones.
No está nada mal, no.

Corolario: si apagas y enciendes muchas veces mejor pones dicroico, y si se tiran muchas horas funcionando mejor pones LED's.

Pd.: el que quiera la escel para hacerse unos cálculos, o para curiosear, o para hacer notar un fallo en los cálculos, me lo pide y la meto a rapidchare.
Por cierto, los datos los he sacado de la web de Osram, fabricante de estos artilugios.

jueves, 19 de enero de 2012

Rodin en Pamplona

Pues hoy no he visto el partido del siglo.

Sinencambio, he podido disfrutar de unas cuantas esculturas de Rodin en la Plaza del Castillo de Pamplona.....y además no había nadie por la calle.










Y cómo no, el célebre Pensador de Rodin








Y un detalle de la firma de la fundición parisina de donde salió la archiconocida escultura



Y a la vuelta a casa, he encontrado otra escultura de metal, también francesa:



La cámara del móvil no da para más, pero se ve claramente que es un cuatro latas tope maqueao.

jueves, 12 de enero de 2012

Pizza casera

Antes:



Y después:



Masa hecha en casa, tomate, mozzarella, setas, jamón, jamón york y aceitunas. Coronando la cosa, un huevo con un toque de orégano.
No ha quedao ni rastro.

martes, 10 de enero de 2012

Contratos

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Un contrato, según la RAE, es un Pacto o convenio, oral o escrito, entre partes que se obligan sobre materia o cosa determinada, y a cuyo cumplimiento pueden ser compelidas. 


Pero también según la RAE, la traición es una Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener.


Y según las matemáticas más elementales, sumando contrato+traición=sindicato.


Es lo que he sentido cuando escuché estupefacto que nuestro amigo y compañero Cándido Méndez proponía-en determinadas circunstancias-la conversión de un contrato a tiempo completo a uno a tiempo parcial. O sea y en román paladino, si usted trabaja ocho horas, que pueda legalmente su jefe reducirle la jornada a cuatro, ergo cobrar la mitad.


Ahora, y bajando a la arena que es donde están los leones, se me ocurre una situación que puede haberle pasado perfectamente a cualquiera:
Dos personas trabajan en el mismo departamento, o en máquinas idénticas. Ambas personas trabajan ocho horas diarias. 
- Una de ellas es un tipo metódico, de los que no levantan la cabeza, con gusto por el trabajo concienzudo y bien hecho. No para un instante y siempre está ocupado. Un buen trabajador en suma.
- La otra persona es también metódica, pero gusta de hacerse preguntas sobre cómo mejorar. Plantea dudas y pide explicaciones de porqué el método es como es, y no de otra forma. En ocasiones introduce cambios por su cuenta dentro de sus posibilidades. A veces está como en babia, aunque también cumple con la producción estipulada.

Tras varios años de trabajo, el primero de ellos sigue como un autómata y sigue con el mismo método con el que comenzó. Sigue trabajando ocho horas diarias a macha martillo.
Sin embargo, el segundo ha cambiado totalmente su forma de trabajar. No utiliza los viejos métodos porque ha desarrollado unos nuevos más eficaces, que le permiten incluso hacer otros trabajos que antes no alcanzaba por falta de tiempo.

Pero ahora hay crisis, y el volumen de producción baja. El primer operario sigue cumpliendo con su cometido en las ocho horas estipuladas, y no le sobra ni un minuto para ducharse. Al segundo en cambio le ha bastado con seis, y estirando mucho el trabajo. Ha sido más eficaz.

Y ahora va el Méndez, Y LO MANDA A SU CASA PORQUE SE PUEDE PRESCINDIR DE ÉL, Y ES BUENO PARA EL EMPLEO.

No, no me vengáis ahora con que el jefe ve esas cosas. A veces precisamente es el jefe quien trabaja como un asno y no ve más allá de sus narices, por algo somos de los menos productivos de Europa.

Consejo: cuidadín amigos. Es lo que hay.

domingo, 8 de enero de 2012

Xalba eta Amaia

Arbol viejo noche


Gernika, 1940. La guerra civil ha terminado, y la segunda guerra mundial ya recorre Europa, con Hitler en Hendaya. Xalbador es un niño de apenas siete años, nacido poco antes de que la aviación alemana probase sus ingenios en la carne del padre del protagonista, muerto en el bombardeo.

-         Kaixo, Ama!*
-         Egun on, Xalba!*

-         Madre, ¿por qué padre no viene de la guerra?. Además, ya no hay soldados, y los padres de mis amigos ya están en casa.
-         Sí hijo, pero a padre lo mandaron a una misión muy difícil, y por eso no ha venido todavía.

A la señora Satur se le escapa una lágrima, pensando el día en que dirá a su joven vástago que su padre murió hace años, y que ni siquiera tiene un sitio donde se le pueda rezar. Vive desesperada, pues si se le ocurriese hablar de esto con alguien, sabe que una camioneta vendrá de madrugada a llevarles, y no volverán nunca.

-         ¿Sabes, madre?. Cuando venga padre iré con él al campo a ayudarle a labrar, a cazar pajarillos y a traerlos a casa, para que los guises como hacen las otras madres.
-         Claro que sí, hijo- y lo abrazó fuertemente hacia sí, para tenerlo en su regazo y para que no viese que lloraba amargamente…

El padre de Xalbador nunca volvió, y él ya no recuerda el día en que su madre le dijo que murió en la contienda incivil, que lucharon hijos contra padres, hermanos contra hermanos. De alguna forma lo sabía, lo adivinaba. Así que lo asumió sin más, como quien ve cómo el río arrastra una ramita.

Cuando ama murió de las fiebres, Xalba quedó al cuidado de un tío solterón, excombatiente republicano sin un brazo y con la cara desfigurada por la metralla. Marcado de por vida y borrachín, se gastaba los pocos reales que tenía en el bar de una viuda. No es de extrañar que Xalba se fuese de su pueblo sin desear para nada volver nunca, y se dirigió a la Gran Ciudad en la que muchos jóvenes como él perseguían un futuro mejor, trabajando en las fábricas que escupían humo y fuego, al igual que grandes dragones con las lenguas candentes como los tochos de las acerías.

Y fue allí donde conoció la injusticia, la impotencia de no ser más que un jornalero y no tener dónde caerse muerto, de unos jefes que le hablaban en un idioma que él casi no entendía y le trataban como a un animal salvaje, como si él fuese una res y la fábrica el establo.
Fuera de la factoría las cosas no fueron mejores; en una ciudad desconocida, sucia y pestilente los habitantes eran como las fábricas, hoscos y desconfiados unos de otros. No se podía hablar con nadie sobre las condiciones laborales, y mucho menos de política, pues se sabía a ciencia cierta las consecuencias: los chivatos eran multitud.

El verano de 1958 marcó a Xalba. Tenía veinticinco años, fuerza e ilusión, y más después de conocer a Amaia. Era tan bonita y tan alegre, que se dijese que la vida estaba hecha para compartirse con ella. Además era una luchadora, aunque no supiese más que reparar las redes de los pesqueros, y era junto con su madre las que lideraban un grupito de mujeres obreras que daban charlas clandestinas a otras mujeres como ellas, y les animaban a luchar por unas mejores condiciones, a no dejarse explotar miserablemente por cuatro pesetas, y a exigir unos derechos. Xalba estaba orgulloso de ella, de su determinación, de su carisma y por qué no, de que lo hubiese elegido a él.

Cuando aquella mañana de domingo fue a llamar a su casa, después de misa, se le heló la sangre en las venas al ver a la madre de Amaia con los pelos como si estuviese loca, y los ojos rojos, perdidos en un punto del horizonte. Sólo balbucía.

-         Amaia, hija, Amaia, chiquitina, Amaia...
-         ¿Dónde está?¿Dónde está? Me muera ahora mismo si no me lo dice-bramó Xalba.
-         Se la han llevado. Ellos se la han llevado esta madrugada. Amaia, chiquitina mía, Amaia…

Xalbador creyó volverse loco. Buscó en hospitales, en hospicios, en casas de mujeres perdidas, pero al final tuvo que ir al cuartel. Allí tampoco le dijeron nada, pero la sonrisa siniestra del vigilante se lo dijo todo.
De la misma forma que desapareció, en la madrugada del cuarto día Amaia llamó a la puerta de su casa. Con la ropa hecha jirones, delgada como un esparto, era como una extraña aparición en el quicio de la puerta. La mirada perdida, los ojos morados y rastros de sangre seca por doquier con una espantosa mueca de horror dibujaban una figura diríase de cera.
Murió a los tres días, en los que los gemidos de dolor de Amaia martillearon a Xalba como una pesada prensa de laminación, y juró buscar al culpable para pedirle cuentas, porque ya estaba seguro de que el Señor no iba a hacerlo.

Muchos, muchos años más tarde, un Xalbador ya anciano charlaba con una enfermera del asilo a la que tenía mucho cariño por su amabilidad.

-         Señor Xalbador, ¿no debería usted pedir perdón por todo lo que hizo?
-         Ven hija, que voy a contarte una historia.




Dedicado a todos los que como yo, han visto desangrarse su patria en una brutal guerra y una no menos brutal represión, seguida de un terrorismo que acabó en una sinrazón que no consiguió nada más que dolor.
Sólo pretendo que la Historia, esa que escribimos todos los días de nuestra vida, nos enseñe que la barbarie no es el camino, como tampoco lo es la venganza ni la humillación.

*En euskera: “¡Hola madre!” “Buenos días, Xalba”






domingo, 1 de enero de 2012

Súmate al cambio, trón (VII)

Me adscribo a todo lo que dice un Escolar.

¡Grande Ignacio!

Nota de la Redacción, o sea yo: ya he empezado a observar cómo van cambiando algunas caritas, tan altaneras y seguras de sí mismas hasta hace no mucho. No digo nada, pero en el fondo tengo un poso de revancha satisfecha mezclada con la misericordia que se tiene ante un pajarillo con un ala rota . Pensar que por esta gente nos van a meter el recorte económico más grande de la democracia, no por su culpa, pero sí con su complicidad.
Y pienso que el mantener los 400 euros de ayuda a los parados no es un gesto hacia lo social, sino un seguro antirrevolucionario: mucha mucha gente ya sólo cobra ese mísero sueldo a fin de mes. Abandonarlos a su suerte abona el camino a vías mucho más peligrosas para un estado. Quien no tiene ya nada que perder, puede aspirar a tenerlo todo.