Aquellos fueron los días de nuestras vidas....cantaba un Freddie Mercury enfermo y ya próximo a su final.
Esta bellísima canción me ha venido a la memoria cuando leo la prensa de hoy, y me siento empequeñecido, impotente, hastiado y sin embargo ciego de ira ante la injusticia:
- Cuando leo que finalmente ha sido permitida -por el TSJM-la marcha ultraderechista prevista para el día del final de la Copa del Rey, en que se enfrentarán Barcelona y Athletic de Bilbao
- Mientras Carlos Dívar, presidente del Tribunal Supremo, ve archivada la denuncia por malversación de caudales públicos al pasar facturas no justificadas-pagadas por todos nosotros-de fines de semana en los que se gastó "una miseria" (5600 euros, otras fuentes hablan de 18000)
-Igualmente, la familia Botín sale impune de un delito de evasión fiscal: tras ser descubiertos por la agencia tributaria francesa de que los Botín tenían dinero en Suiza y no estaban al corriente del pago de los correspondientes impuestos, rápidamente pagan lo que deben y aquí no ha pasado nada. Una familia que en innumerables ocasiones nos habla de arrimar el hombro y cosas así.
- Y Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, apela al patriotismo sugiriendo prohibir el partido de Copa (el de antes), para así desviar la atención sobre el déficit económico de la provincia que gobierna, exactamente el doble de lo que dijo que era, y tomándonos por absolutos deficientes mentales.
Me miro al espejo y veo al idiota de enfrente y le pregunto: "¿Con qué cara vas a mirar a tus hijos mañana y les vas a pedir esfuerzo, trabajo, dedicación, compañerismo, humanidad en suma?"
Como esculpió Toni Garrido en letra electrónica: "¿Y no es bonito que al final lo que de verdad mueve a la humanidad sea el amor? Sí, ya sé que la mayoría de los poderosos se mueven por otros intereses pero yo he dicho "la humanidad", no la carroña".
Es usted un Maestro, Toni. Lástima que no sólo entre los poderosos encontremos carne putrefacta.
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