Ahora, tras casi tres años de legislatura, cuando ya nos han apretado las clavijas a tope, y aún van a apretárnoslas más, es cuando supuestamente os caéis del guindo. Ahora votáis a Podemos, ahora sois obreros, ahora sois de izquierdas, y de toda la puta vida además. Igualitos que cuando en el 75 nadie había apoyado al régimen.
Sois los más listos, los más concienciados, los que mejor veis los problemas y los que más os quejáis ante los atropellos, que son muchos. Ahora sufrís el paro, la miseria, el no acceso a la educación ni a la sanidad (¡ay!, como dejes de cotizar, amiguito...). Ahora es cuando veis el erial en que se ha convertido esto, que nuestros mejores jóvenes están yéndose al extranjero o quedándose para ganar una miseria y seguir en ella mientras vivan, cuando veis que ya no tenéis futuro o el que teníais puede romperse mañana mismo, al amparo de la reforma laboral.
Cuando veis a amigos en el paro, o vosotros mismos, y que están en las últimas. Que mendigan a sus padres, ya jubilados, que les den de comer o que les cuiden a sus hijos, o una ayudita para fin de mes, o yo qué sé.
Y cuando os indignáis (qué menos, oigh) al oír a dirigentes cómo se explican ante acusaciones de corrupción, de dinero en cantidades fantásticas en paraísos fiscales, mientras vosotros las pasáis putas. Y cómo tiran balones fuera diciendo y tú más y que hay mucha gente que paga al fontanero en B y por eso está España como está.
Cuando oís o leéis determinados medios, y os agrede la vista lo que pone, viendo que significa un futuro aún más negro. Y se ríen en vuestra cara.
Cuando os escandalizáis al ver que un yerno real se ha forrao con el beneplácito del baranda, y gracias a políticos del mismo palo.
Cuando pedís República y no Monarquía
Malditos asquerosos.
Sois los mismos que pusieron a éstos donde están. Los que nos mirabais por encima del hombro y nos llamabais perroflautas, y les votasteis. Vosotros sois los culpables de todo esto. Vuestra estulticia y vuestra ignorancia, y vuestra mala baba creyéndoos por encima de nosotros. Superiores en cierto modo a nosotros, unos idealistas de mierda, ¿no?
No me fío de vosotros. No sois como yo. No sois como nosotros. Sois basura. Sé perfectamente que si las cosas vuelven donde estaban, volveréis a hacerlo y nos dejaréis tirados. Y no dudaréis en cambiar de chaqueta de nuevo, y a volver a mirarnos con displicencia por encima del hombro porque os creeréis de nuevo que sois clase media.
En un tiempo pensé que esto se podía llamar traición, pero esto no es así.
Porque solo un amigo te puede traicionar, y no sois nuestros amigos. Llamémoslo compañeros de viaje forzosos. No quiero pensar que somos otra cosa, porque ya hace mucho tiempo sí que lo fue, y una de las partes acabó todavía hoy en una cuneta. Y no quiero esto, vive Dios, no lo quiero. Pero con vuestra actitud, creo que vosotros en el fondo es lo que queréis, vernos definitivamente aplastados por los siglos de los siglos, y no os dais cuenta que acabaréis igual.
Desconocéis qué es la empatía porque no tenéis entrañas: cuando de nuevo os ofrezcan un pedazo de carne fresca, nos atacaréis como hienas de nuevo.
Homo homini lupus
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