La he estrenado con una receta baratita y rica rica, con fundamento: pollo asado.
Vamos pallá:
Para cuatro personas
- Un pollo de kilo y medio aprox.
- Aceite de oliva virgen extra (yo es que no uso otro, una vez te acostumbras el resto te parecen grasa de barco)
- Sal
- Seis patatas pequeñas
- Un limón
Enga, sacamos el pollo del plástico en que viene envuelto:
Coooooññññño, vaya posecita. Si es que los pelan como putas |
Lo preparamos bien preparado, o sea, quitando grasas innecesarias, plumas que no se han ido, restos de viscerillas....
Precalentamos el horno a 220 ºC y ponemos de esta guisa el pollo, ya con sal y embadurnado de aceite. El piso de la bandeja también debe estar embadurnado para que no se pegue el pollo al asarse.
Lo metemos al horno durante 45 minutos, durante los cuales lavaremos cuidadosamente las patatas y las reservaremos para ponerlas luego. No hay que ponerlas a la vez que el pollo pues si no se quedarían como piedra berroqueña.
Ya han pasado los tres cuartos de hora y sacamos la bandeja del horno, y tenemos las patatas cortadas en dos. Lo que hay que hacer es salarlas por el lado del corte y de la piel, e irlas poniendo boca abajo.
Y cuando estén puestas, se les echa nuevamente aceite de oliva por encima para que no se tuesten demasiado y además cojan saborcito, quedando así de bonico.
La bandeja al horno otra vez, esta vez durante media hora para que se vayan haciendo las patatas y se termine de hacer el pollo. Momento que aprovecharemos para el toque secreto: zumo de limón. Yo he echado limón y medio pero ha quedado un pelín ácida la salsa, mejor uno solo.
Al limón exprimido se le añade un generoso chorro de agua del grifo y se deja preparado
Cuando el tema ya lleva una hora y cuarto en el horno, se saca otra vez y se le añade el limón napando bien por todo (napar: extenderlo bien por todo cubriendo lo máximo posible los alimentos). Fijaos, la patata necesita como media hora para hacerse pero aquí aún le faltaba un poquito.
Metemos al horno de nuevo y en ocho o diez minutos ha cogido este estupendo color y no digamos olor. Mmmmmmmm.
Para los más avispados: sí, falta la pata de la mitad inferior del pollo. Necesidades del servicio.
En todo caso estaba estupendo, y la salsa totalmente untable. De rechupete.
Para un diez: en vez de limón, hay gentes que le echan coñac y eso ya es el despiporre.
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