Que dice Felipe (González), que está orgulloso de pertenecer a la casta.
Que es la casta política que puso en marcha el sistema nacional de salud.
Pobre Felipe. Chochea ya. Con lo que fue este hombre.
Felipe (sólo el nombre, con eso basta, respetemos lo que fue) ya no vive en este mundo. No era él, sino alguien mucho más joven, alguien que creía en la justicia, en la reconciliación, que heredó (sí, él sí heredó) un país salido de una dictadura y prácticamente desnudo. Fue un líder, un visionario, alguien que transformó España y la sacó de cuarenta años de miseria. Y España creyó en él y su partido, y por eso gobernó catorce años, en la auténtica primavera española, y todos fueron felipistas más que socialistas. Fue uno de los grandes.
Pero nos traicionó. Nos vendió. Se corrompió, quizá como nos hubiese pasado a cualquiera de nosotros aunque no lo admitamos. Fue el más grande y terminó siendo engullido por un...¿meapilas? como Aznar. No le llegaba a la suela de los zapatos, pero España votó AP. No le perdonó la traición, la corrupción. Un señor de derechas puede ser corrupto per se, pero un señor de izquierdas no se puede dar ese lujo. No si quiere seguir siendo considerado como tal.
Y la gente le dio la espalda, a pesar de sus innegables logros en el pasado, pero no le quisieron como futuro. En otras palabras, su tiempo pasó. Fue un patriota, hizo un gran servicio a su país, pero ya pasó. Y ahora, en sus propias palabras, es un jarrón chino que no se sabe bien dónde poner.
Ahora dice que él está orgulloso de ser "la casta". Este hombre está en la luna. Ya no es de este mundo. No se da cuenta que eso es un insulto al padre de familia que no puede dar de comer a su hijo, o que no le puede comprar ropa para ir al colegio decentemente vestido. Y los hay, a miles. Y son los que le han dado la espalda, en los peores resultados de su partido en toda la historia de la Democracia.
No, no es visionarios caducos lo que necesitamos. Necesitamos gente con ganas de cambiar, de un nuevo orden, de Justicia con mayúsculas. De un nuevo orden social donde prime la eficacia y la persona, antes que la obsolescencia y el gran capital depredador.
Felipe, amigo, España está contigo. Y con tu Sistema Nacional de Salud. Si hoy no existiese y un partido lo propondría, sería tachado de marxista-leninista-comunista y demagogo. Pero la gente estaría con ese partido, como lo está hoy (y lo veremos en las próximas) con partidos como Podemos que son quienes representan ese cambio.
Felipe, por el joven que una vez fuiste, no nos mires, únete. Necesitamos gente como la que fuiste, con tu fuerza y tu carisma, pero no queremos verte así, defendiendo lo indefendible. Pero no necesitamos héroes así, necesitamos fuerza como la que tuviste.
We don't need another hero
Tina Turner - We Don't Need Another Hero (1985) from Flavio Gnoni (-:ENJOYAUDIO:-) on Vimeo.
tiralalira
DESCRIPCIÓN
Tiralalira es un blog que como su propio nombre indica, trata sobre todo en general y nada en particular.
Aquí encontrarás de todo un poco: es mi cajón desastre informático que como en mi cabeza, ideas mil bullen...
Podrás ver gastronomía, deporte, ciencia, entretenimiento, denuncia, cultura, opinión y cualquier otra cosa que me llame la atención, no necesariamente por ese orden.
Por último, el nombre del blog quiere ser un reflejo de la sociedad que tenemos actualmente, en la que ante cualquier situación que no nos afecte directamente, la actitud (salvo honrosas excepciones) suele ser la de silbar mirando para otro lado. Tiralalira, tiralalira.......
Aquí encontrarás de todo un poco: es mi cajón desastre informático que como en mi cabeza, ideas mil bullen...
Podrás ver gastronomía, deporte, ciencia, entretenimiento, denuncia, cultura, opinión y cualquier otra cosa que me llame la atención, no necesariamente por ese orden.
Por último, el nombre del blog quiere ser un reflejo de la sociedad que tenemos actualmente, en la que ante cualquier situación que no nos afecte directamente, la actitud (salvo honrosas excepciones) suele ser la de silbar mirando para otro lado. Tiralalira, tiralalira.......
jueves, 12 de junio de 2014
Carmen, la taquillera
Existe un deporte milenario que es practicado por muy pocas personas, máxime cuando es oriundo de una región muy pequeñita, pero en cambio es muy conocido puesto que de esta región fue exportado-a través de sus emigrantes-a todos los rincones del mundo.
Estoy hablando del remonte, un juego de fuerza, habilidad, resistencia y dureza extraordinarios.
Los tipos que lo practican a nivel profesional son auténticos titanes: es un deporte muy exigente dada la velocidad a la que se mueve la pelota, cercana a los 300 km/h (que de hecho, es el récord mundial en todas las modalidades para las que se utilice una pelota)
En Navarra y País Vasco se juega profesionalmente ya en tan sólo dos frontones, el Euskal Jai Berri de Huarte y el Galarreta de Hernani, aunque recientemente esta especialidad se ha modificado para poderse jugar en frontones más pequeños y con la pelota a menor velocidad...¿puede esto llamarse remonte?
Es en éste último donde se ha producido un hecho cuando menos insólito, puesto que los jugadores han llevado un crespón negro en señal de duelo por el fallecimiento de una compañera. Una compañera que era ni más ni menos que Carmen, la taquillera del frontón en el que llevaba trabajando treinta años.
Es un gesto que les honra, en tiempos en que el llamar "compañero" a alguien ha perdido tanto valor. Y más tratándose de ídolos del deporte como ellos.
Ahora es cuando han demostrado de verdad que son titanes.
Un fuerte abrazo desde este humilde rinconcito por hacer que la existencia sea más llevadera.
Estoy hablando del remonte, un juego de fuerza, habilidad, resistencia y dureza extraordinarios.
Los tipos que lo practican a nivel profesional son auténticos titanes: es un deporte muy exigente dada la velocidad a la que se mueve la pelota, cercana a los 300 km/h (que de hecho, es el récord mundial en todas las modalidades para las que se utilice una pelota)
En Navarra y País Vasco se juega profesionalmente ya en tan sólo dos frontones, el Euskal Jai Berri de Huarte y el Galarreta de Hernani, aunque recientemente esta especialidad se ha modificado para poderse jugar en frontones más pequeños y con la pelota a menor velocidad...¿puede esto llamarse remonte?
Es en éste último donde se ha producido un hecho cuando menos insólito, puesto que los jugadores han llevado un crespón negro en señal de duelo por el fallecimiento de una compañera. Una compañera que era ni más ni menos que Carmen, la taquillera del frontón en el que llevaba trabajando treinta años.
Es un gesto que les honra, en tiempos en que el llamar "compañero" a alguien ha perdido tanto valor. Y más tratándose de ídolos del deporte como ellos.
Ahora es cuando han demostrado de verdad que son titanes.
Un fuerte abrazo desde este humilde rinconcito por hacer que la existencia sea más llevadera.
Asco
Me dais auténtico asco.
Ahora, tras casi tres años de legislatura, cuando ya nos han apretado las clavijas a tope, y aún van a apretárnoslas más, es cuando supuestamente os caéis del guindo. Ahora votáis a Podemos, ahora sois obreros, ahora sois de izquierdas, y de toda la puta vida además. Igualitos que cuando en el 75 nadie había apoyado al régimen.
Sois los más listos, los más concienciados, los que mejor veis los problemas y los que más os quejáis ante los atropellos, que son muchos. Ahora sufrís el paro, la miseria, el no acceso a la educación ni a la sanidad (¡ay!, como dejes de cotizar, amiguito...). Ahora es cuando veis el erial en que se ha convertido esto, que nuestros mejores jóvenes están yéndose al extranjero o quedándose para ganar una miseria y seguir en ella mientras vivan, cuando veis que ya no tenéis futuro o el que teníais puede romperse mañana mismo, al amparo de la reforma laboral.
Cuando veis a amigos en el paro, o vosotros mismos, y que están en las últimas. Que mendigan a sus padres, ya jubilados, que les den de comer o que les cuiden a sus hijos, o una ayudita para fin de mes, o yo qué sé.
Y cuando os indignáis (qué menos, oigh) al oír a dirigentes cómo se explican ante acusaciones de corrupción, de dinero en cantidades fantásticas en paraísos fiscales, mientras vosotros las pasáis putas. Y cómo tiran balones fuera diciendo y tú más y que hay mucha gente que paga al fontanero en B y por eso está España como está.
Cuando oís o leéis determinados medios, y os agrede la vista lo que pone, viendo que significa un futuro aún más negro. Y se ríen en vuestra cara.
Cuando os escandalizáis al ver que un yerno real se ha forrao con el beneplácito del baranda, y gracias a políticos del mismo palo.
Cuando pedís República y no Monarquía
Malditos asquerosos.
Sois los mismos que pusieron a éstos donde están. Los que nos mirabais por encima del hombro y nos llamabais perroflautas, y les votasteis. Vosotros sois los culpables de todo esto. Vuestra estulticia y vuestra ignorancia, y vuestra mala baba creyéndoos por encima de nosotros. Superiores en cierto modo a nosotros, unos idealistas de mierda, ¿no?
No me fío de vosotros. No sois como yo. No sois como nosotros. Sois basura. Sé perfectamente que si las cosas vuelven donde estaban, volveréis a hacerlo y nos dejaréis tirados. Y no dudaréis en cambiar de chaqueta de nuevo, y a volver a mirarnos con displicencia por encima del hombro porque os creeréis de nuevo que sois clase media.
En un tiempo pensé que esto se podía llamar traición, pero esto no es así.
Porque solo un amigo te puede traicionar, y no sois nuestros amigos. Llamémoslo compañeros de viaje forzosos. No quiero pensar que somos otra cosa, porque ya hace mucho tiempo sí que lo fue, y una de las partes acabó todavía hoy en una cuneta. Y no quiero esto, vive Dios, no lo quiero. Pero con vuestra actitud, creo que vosotros en el fondo es lo que queréis, vernos definitivamente aplastados por los siglos de los siglos, y no os dais cuenta que acabaréis igual.
Desconocéis qué es la empatía porque no tenéis entrañas: cuando de nuevo os ofrezcan un pedazo de carne fresca, nos atacaréis como hienas de nuevo.
Homo homini lupus
domingo, 6 de abril de 2014
Lomo curado casero
INGREDIENTES
- 1147 grs de lomo fresco
- sal gorda y azúcar
- aceite
- hierbas provenzales secas
- pimentón de la Vera dulce
ELABORACIÓN
- Se quitan todas las grasas y telas, y nos quedarán aproximadamente 1351 grs de lomo limpio. En una bandeja, se le hace una cama de sal con azúcar (doble a sencillo, en total unos 838 grs de peso) y se pone un poco por encima. Se mete al frigo y se tiene 48 horas, lapso en el cual tendremos que ir tirando el agua que va rezumando la cosa.
Pasados los dos días de rigor, se saca y se limpia toda la sal y entonces es cuando preparamos el rebozado. Mezclamos el pimentón de la Vera, las hierbas provenzales secas y un poco de aceite de oliva para que pringue bien. Damos un buen masaje a dos manos y lo envolvemos en papel de cocina. Un par de capas. Y lo atamos. Y lo metemos al frigo a curar al menos cinco días. Si son nueve días mejor, si no al tacto saldrá blandito.
A la mitad de curación (5º-6º día) cambiamos las vendas, que eso parecerá la matanza de Texas.
Y ya está. A partir lonchas.
AGRADECIMIENTOS
La receta, los ingredientes, el modus operandi y tol copón de bullas, ha sido transcrita casi literal gracias a conversaciones intensas con @OceanOB vía guachap que es el autor de la cosa.
Si permite foto, la cuelgo.
Actualización: permiso concedido
- 1147 grs de lomo fresco
- sal gorda y azúcar
- aceite
- hierbas provenzales secas
- pimentón de la Vera dulce
ELABORACIÓN
- Se quitan todas las grasas y telas, y nos quedarán aproximadamente 1351 grs de lomo limpio. En una bandeja, se le hace una cama de sal con azúcar (doble a sencillo, en total unos 838 grs de peso) y se pone un poco por encima. Se mete al frigo y se tiene 48 horas, lapso en el cual tendremos que ir tirando el agua que va rezumando la cosa.
Pasados los dos días de rigor, se saca y se limpia toda la sal y entonces es cuando preparamos el rebozado. Mezclamos el pimentón de la Vera, las hierbas provenzales secas y un poco de aceite de oliva para que pringue bien. Damos un buen masaje a dos manos y lo envolvemos en papel de cocina. Un par de capas. Y lo atamos. Y lo metemos al frigo a curar al menos cinco días. Si son nueve días mejor, si no al tacto saldrá blandito.
A la mitad de curación (5º-6º día) cambiamos las vendas, que eso parecerá la matanza de Texas.
Y ya está. A partir lonchas.
AGRADECIMIENTOS
La receta, los ingredientes, el modus operandi y tol copón de bullas, ha sido transcrita casi literal gracias a conversaciones intensas con @OceanOB vía guachap que es el autor de la cosa.
Si permite foto, la cuelgo.
Actualización: permiso concedido
jueves, 2 de enero de 2014
La orquesta del Titanic
"Una de las más famosas leyendas del RMS Titanic es la relativa a su orquesta musical. Durante el hundimiento, los ocho miembros de la banda dirigidos por Wallace Hartley, se situaron en el salón de primera clase en un intento por hacer que los pasajeros no perdieran la calma ni la esperanza. Más tarde continuaron tocando en la parte de popa de la cubierta de botes. La banda no dejó de tocar incluso cuando ya era seguro que el buque se hundiría."
¡Ah, qué gran metáfora!
Tal y como yo lo veo, ahora mismo la situación de España es la del Titanic. Es el exponente, ya caduco, de una gran revolución económica como lo fue el Titanic de la industrial.
Vamos a toda máquina por las aguas heladas del Atlántico Norte y hay icebergs a la vista, pero hemos de avanzar como sea. La gran masa de la población (sí, masa, masa informe) está en los salones bailando y bebiendo alegremente, o en los camarotes de tercera dormitando. El capitán y los suboficiales pasean y se dedican a repartir benévolas sonrisas, instalados en un sueño de grandeza.
Sólo unos pocos están vigilando el mar, más negro y amenazador que nunca, cuando de repente una montaña blanca y con reflejos azules aparece enfrente como un fantasma que ya anuncia nuestro hundimiento, y se produce el impacto: leyes de seguridad ciudadana, recortes de sanidad, educación, prestaciones, reformas laborales salvajes, aborto penado con cárcel....
Nos hundimos, somos un estado fallido, las aguas gélidas cada vez atrapan a más gente pues las barcazas además de insuficientes están reservadas para los de primera clase.....que oyen cómo los de tercera mueren como perros pero no hacen ni una mueca, en pocas horas callarán, hehehe.
Y entonces sale la Orquesta del Titanic: pomposa, con clase, con estilo y cierto aire displicente. No es bueno gritar en esta situación, podríamos alarmarnos. No es conveniente alzar la voz y decir la verdad, que nos habéis asesinado. No hay que gritar, no hay que ser radical, no hay que despreciar al que dice que bajemos la voz con la que defendemos nuestros derechos...sólo nos dejan morir.
Quieren que seamos buenecitos.
Maldita sea, maldito país, malditos sus hijos. No tenemos futuro. Como diría Pérez-Reverte, está en nuestros genes.
Y como diría otro grande:
Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crimenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.
Privacidad y espionaje informático
No hace más que unos meses, un amigo, en plena efervescencia del caso del espionaje informático perpetrado por (se supo más tarde) la NSA, me dijo a modo de pasada:
- Pues a mí no me importa que me espíen, no tengo nada que ocultar.
Me quedé helado. No supe qué decir ni qué argumentar, además de que el contexto en el que se dijo no invitaba-creo que maliciosamente por su parte-a la contraargumentación.
Pero días más tarde se me ocurrió una idea. Es cierto, no tenemos nada que ocultar, ¿verdad?, así que ¿porqué nos iba a molestar?. Me di cuenta de que el conspiranoico no era yo, sino él. Nadie nos va a espiar por ese motivo, cuando todos ya sabemos de qué pie cojeamos cada uno. No somos tan importantes ni vamos a hacer nada de eso. Pero.....
La NSA busca información que pueda hacer detener a terroristas, claro, pero en esa búsqueda puede que encuentre algo mucho más sustancioso que eso, aunque sea tan sólo por estadística. Me explico: si yo rastreo información, y ya que parece ser que tengo el beneplácito de la población, ¿porqué no buscar algo que sí puede ser de gran valor y además inmediato? O sea, el porcentaje de éxito en la búsqueda de un terrorista es nimio, en comparación con la búsqueda de otra información:
Nuestro historial médico, más de una aseguradora pagaría por ver más de uno, y más de un empresario antes de hacer un contrato a alguien que puede dar problemas. O imagínate que yo sé que no puedes tener hijos y que quieres uno a toda costa (recuerda que sé las veces que has ido a clínicas de inseminación artificial). Y vendo estos datos a, por ejemplo, una gente que es capaz de traerte un niño rubito de tres meses y además barato y sin preguntas....No sería el primer caso, ¿verdad Sor María?
Nuestro extracto bancario, la pieza más golosa creo yo. Ahí está todo: nuestra vida entera, nuestros sueldos, los colegios a los que llevamos a nuestros hijos, qué actividades hacemos, el dinero que debemos y porqué...esto es dinamita, amigos. Con estos datos sí que nos tienen cogidos por los huevos. Imagínate, no sé, que yo te espío el correo y sé que debes mucha pasta, y te acaban de despedir del curro. Pasa el tiempo y veo que andas con problemas (lo veo todo, amigo). Y vendo estos datos a alguien -por ejemplo, una confederación empresarial-que a lo mejor te ofrece un curro y que como sabe cómo estás, te paga la mitad de lo que ganabas. Lo tomas o lo dejas. Y claro, lo tomas porque tus hijos comen todos los días. A callar y a tragar.
Nuestro otro extracto bancario. Sí, el B. El que no ve tu mujer ni sabe que existe. O lo sabe, pero no sabe adónde va ni cuánta pasta tienes. Imagínate que esa información cae en manos que no son tuyas y que, nunca se sabe, ve que has ido a un sitio de señoritas alegres aunque no sea más que en una despedida de soltero (pagaste con tarjeta, melón). Esto podría costarte caro, ¿a que sí?
Claro, se podría decir: la NSA no va a hacer eso. Y yo entonces preguntaría:
-¿Ah, sí?¿Y cómo puedes estar tan seguro?¿Acaso les espías tú a ellos de la misma forma que ellos a tí?
- Pues a mí no me importa que me espíen, no tengo nada que ocultar.
Me quedé helado. No supe qué decir ni qué argumentar, además de que el contexto en el que se dijo no invitaba-creo que maliciosamente por su parte-a la contraargumentación.
Pero días más tarde se me ocurrió una idea. Es cierto, no tenemos nada que ocultar, ¿verdad?, así que ¿porqué nos iba a molestar?. Me di cuenta de que el conspiranoico no era yo, sino él. Nadie nos va a espiar por ese motivo, cuando todos ya sabemos de qué pie cojeamos cada uno. No somos tan importantes ni vamos a hacer nada de eso. Pero.....
La NSA busca información que pueda hacer detener a terroristas, claro, pero en esa búsqueda puede que encuentre algo mucho más sustancioso que eso, aunque sea tan sólo por estadística. Me explico: si yo rastreo información, y ya que parece ser que tengo el beneplácito de la población, ¿porqué no buscar algo que sí puede ser de gran valor y además inmediato? O sea, el porcentaje de éxito en la búsqueda de un terrorista es nimio, en comparación con la búsqueda de otra información:
Nuestro historial médico, más de una aseguradora pagaría por ver más de uno, y más de un empresario antes de hacer un contrato a alguien que puede dar problemas. O imagínate que yo sé que no puedes tener hijos y que quieres uno a toda costa (recuerda que sé las veces que has ido a clínicas de inseminación artificial). Y vendo estos datos a, por ejemplo, una gente que es capaz de traerte un niño rubito de tres meses y además barato y sin preguntas....No sería el primer caso, ¿verdad Sor María?
Nuestro extracto bancario, la pieza más golosa creo yo. Ahí está todo: nuestra vida entera, nuestros sueldos, los colegios a los que llevamos a nuestros hijos, qué actividades hacemos, el dinero que debemos y porqué...esto es dinamita, amigos. Con estos datos sí que nos tienen cogidos por los huevos. Imagínate, no sé, que yo te espío el correo y sé que debes mucha pasta, y te acaban de despedir del curro. Pasa el tiempo y veo que andas con problemas (lo veo todo, amigo). Y vendo estos datos a alguien -por ejemplo, una confederación empresarial-que a lo mejor te ofrece un curro y que como sabe cómo estás, te paga la mitad de lo que ganabas. Lo tomas o lo dejas. Y claro, lo tomas porque tus hijos comen todos los días. A callar y a tragar.
Nuestro otro extracto bancario. Sí, el B. El que no ve tu mujer ni sabe que existe. O lo sabe, pero no sabe adónde va ni cuánta pasta tienes. Imagínate que esa información cae en manos que no son tuyas y que, nunca se sabe, ve que has ido a un sitio de señoritas alegres aunque no sea más que en una despedida de soltero (pagaste con tarjeta, melón). Esto podría costarte caro, ¿a que sí?
Claro, se podría decir: la NSA no va a hacer eso. Y yo entonces preguntaría:
-¿Ah, sí?¿Y cómo puedes estar tan seguro?¿Acaso les espías tú a ellos de la misma forma que ellos a tí?
martes, 24 de diciembre de 2013
Cómo hacer pan casero de verdad
Apresúrate, vete a la tienda y compra:
- 300 grs de harina integral de trigo
- 400 grs de harina de trigo blanca
- 400 ml de agua tibia del grifo
- 15 grs de levadura fresca (un poco más de un dado)
- 1 cucharadita y media de sal normal
Vierte el agua en un bol y echa toda la harina encima. A remover hasta que esté todo bien unido. Será el momento de deshacer la levadura en un poco de agua tibia, y añadimos a la mezcla. Removemos nuevamente un buen rato (como unos 15 minutos, despacito, sin prisas). Removeremos con la mano, que se quedará como la de la Cosa del Pantano.
Cuando esté bien mezclado todo, la consistencia será muy elástica y pegajosa. Será el momento de añadir la sal y mezclar un poco.
Vertemos un poco de aceite en la mesa y amasamos, plegando 12 veces en dos dobleces. Guardamos la masa en un bol y tapamos con un trapo. Este proceso se repite tres veces por lo menos esperando como unos 20 minutos entre vez y vez. Aceitando un poco cada vez, esto además de elasticidad le dará sabor.
Cuando ya hayamos terminado, se enharina un trapo que se deja en un bol, y la masa la plegamos por última vez cogiendo de ocho puntos equidistribuidos de la periferia, y plegándolos al centro arriba, de forma que se nos queda una pelota tensada por abajo. Metemos la pelota en el bol con la parte tensa hacia abajo. Dejamos levar más mientras precalentamos el horno a 250ºC con una bandeja metálica dentro, y un cuenco de barro vacío.
Sacamos la pelota a una bandeja fría con papel de horno, y hacemos un par de cortes que es por donde romperá la masa al hornearse.
Abrimos el horno y vertemos un vaso de agua en el bol de barro, esto creará humedad suficiente para que la corteza salga crujiente.
Y abrimos de nuevo el horno, donde deslizaremos la masa de pan con papel de horno y todo, a la bandeja caliente de dentro del horno.
Los 5 primeros minutos son vitales, pues es donde se hace la corteza. Abrimos de nuevo el horno y vertemos nuevamente agua para hacer vapor, y dejamos hornear hasta que se cumpla el minuto 15 con el pan dentro del horno, que será cuando bajemos la temperatura a 200ºC y dejamos hornear durante 45 minutos más.
El resultado, éste:
- 300 grs de harina integral de trigo
- 400 grs de harina de trigo blanca
- 400 ml de agua tibia del grifo
- 15 grs de levadura fresca (un poco más de un dado)
- 1 cucharadita y media de sal normal
Vierte el agua en un bol y echa toda la harina encima. A remover hasta que esté todo bien unido. Será el momento de deshacer la levadura en un poco de agua tibia, y añadimos a la mezcla. Removemos nuevamente un buen rato (como unos 15 minutos, despacito, sin prisas). Removeremos con la mano, que se quedará como la de la Cosa del Pantano.
Cuando esté bien mezclado todo, la consistencia será muy elástica y pegajosa. Será el momento de añadir la sal y mezclar un poco.
Vertemos un poco de aceite en la mesa y amasamos, plegando 12 veces en dos dobleces. Guardamos la masa en un bol y tapamos con un trapo. Este proceso se repite tres veces por lo menos esperando como unos 20 minutos entre vez y vez. Aceitando un poco cada vez, esto además de elasticidad le dará sabor.
Cuando ya hayamos terminado, se enharina un trapo que se deja en un bol, y la masa la plegamos por última vez cogiendo de ocho puntos equidistribuidos de la periferia, y plegándolos al centro arriba, de forma que se nos queda una pelota tensada por abajo. Metemos la pelota en el bol con la parte tensa hacia abajo. Dejamos levar más mientras precalentamos el horno a 250ºC con una bandeja metálica dentro, y un cuenco de barro vacío.
Sacamos la pelota a una bandeja fría con papel de horno, y hacemos un par de cortes que es por donde romperá la masa al hornearse.
Abrimos el horno y vertemos un vaso de agua en el bol de barro, esto creará humedad suficiente para que la corteza salga crujiente.
Y abrimos de nuevo el horno, donde deslizaremos la masa de pan con papel de horno y todo, a la bandeja caliente de dentro del horno.
Los 5 primeros minutos son vitales, pues es donde se hace la corteza. Abrimos de nuevo el horno y vertemos nuevamente agua para hacer vapor, y dejamos hornear hasta que se cumpla el minuto 15 con el pan dentro del horno, que será cuando bajemos la temperatura a 200ºC y dejamos hornear durante 45 minutos más.
El resultado, éste:
Ake mola..... |
miércoles, 18 de diciembre de 2013
Redes suciales
Click! Tacatacatacataca. Clic. Tacatatacata. Clic. Clic.
Fin.
Es el sonido que hace el teclado cuando te das de baja en una red sucial.
Red sucial
1.-Expr. Dícese del conjunto de individuos agrupados en torno a un software que permite el intercambio de información, especialmente chismes, tonterías y frivolidades que no tienen ningún objeto más allá del entretenimiento fugaz.
¡Qué gran pena!¡Qué gran herramienta de comunicación marcada por la ignominia!
domingo, 1 de diciembre de 2013
Viejo
Eres viejo. Lo siento, "chaval", pero eres viejo. ¿Cómo?. ¿Que acabas de cumplir cuarenta años?. Pues eso. Ah. Ya. La experiencia. Pues no, no nos sirve. De hecho, es un punto negativo, porque nos hace falta gente con ganas de aprender. ¿Que tú también las tienes?. No te creemos. Y además no nos fiamos de tí. Podrías llegar a pedirnos derechos. Con la que está cayendo. ¿Qué estudiaste, "chaval"?. Ah. Pues peor. Estás obsoleto. Y te aconsejo que no vayas diciendo esto por ahí.
Y la chica sonrió levantándose, poniendo fin a la entrevista. Los pantalones vaqueros le sentaban como un guante.
Ya. Viejo...Ya. Pues sí pero, ¿sabes?. Si no fuese porque me educaron mejor que a tí, ya te habría llamado gilipollas a la cara. Porque de hecho la tienes. Por creerte toda la sarta de mentiras que te dicen. Tú también eres carne de cañón, subnormal. ¿Cuánto cobras?. Yo hasta hace un mes te doblaba o triplicaba en sueldo y en categoría profesional, boba de los cojones. Pero es que lo mejor de todo es que aunque ahora estés ahí, puede que mañana esté yo diciéndote a quién tienes que seleccionar. Incluso podría pedir tu cese por inútil. ¿cómo te atreves a decirme que mi experiencia no vale de nada?. Te han dicho que me lo digas, ¿verdad?. Esta ciudad es muy pequeña, bonita, y seguro que nos encontraremos de nuevo, quizá en situación muy distinta.
Se levantó tranquilamente y cogió su abrigo sin decir nada. Cogió el pomo de la puerta de cristal y se volvió.
- Y no te creas que a un tío no le hubiese dicho lo mismo, sólo le habría calzao una buena hostia. Por gilipollas.
Edito: tan sólo dos o tres horas después de publicar este post, el Gran Hermano moderno me ha recordado que no me pase de listo, que me está vigilando. Con un banner de publicidad como éste:
Sólo que el pobre no ha entendido que la víctima de malos tratos no es sólo la chica, sino los dos protagonistas de la historia. Y ahora yo mismo que soy vigilado. Y por la misma cosa, una sociedad enloquecida que no sabe adónde va.
Y la chica sonrió levantándose, poniendo fin a la entrevista. Los pantalones vaqueros le sentaban como un guante.
Ya. Viejo...Ya. Pues sí pero, ¿sabes?. Si no fuese porque me educaron mejor que a tí, ya te habría llamado gilipollas a la cara. Porque de hecho la tienes. Por creerte toda la sarta de mentiras que te dicen. Tú también eres carne de cañón, subnormal. ¿Cuánto cobras?. Yo hasta hace un mes te doblaba o triplicaba en sueldo y en categoría profesional, boba de los cojones. Pero es que lo mejor de todo es que aunque ahora estés ahí, puede que mañana esté yo diciéndote a quién tienes que seleccionar. Incluso podría pedir tu cese por inútil. ¿cómo te atreves a decirme que mi experiencia no vale de nada?. Te han dicho que me lo digas, ¿verdad?. Esta ciudad es muy pequeña, bonita, y seguro que nos encontraremos de nuevo, quizá en situación muy distinta.
Se levantó tranquilamente y cogió su abrigo sin decir nada. Cogió el pomo de la puerta de cristal y se volvió.
- Y no te creas que a un tío no le hubiese dicho lo mismo, sólo le habría calzao una buena hostia. Por gilipollas.
Edito: tan sólo dos o tres horas después de publicar este post, el Gran Hermano moderno me ha recordado que no me pase de listo, que me está vigilando. Con un banner de publicidad como éste:
Sólo que el pobre no ha entendido que la víctima de malos tratos no es sólo la chica, sino los dos protagonistas de la historia. Y ahora yo mismo que soy vigilado. Y por la misma cosa, una sociedad enloquecida que no sabe adónde va.
martes, 10 de septiembre de 2013
La democracia en una máquina de café (y II)
No ha mucho tiempo (vaya, me ha salido casi el empiece del Quijote) escribía en esta mesma página que la democracia era asimilable a una máquina de café, concretamente la de mi trabajo.
En ella decía que el café era malo de libro, y si bien todo el mundo protestaba, yo era el único que lo hacía públicamente. Pedí ayuda para cambiar esto y todos me dieron la espalda: estaba solo y nada iba a conseguir.
Y por eso decidí el asalto al poder mediante un golpe de Estado. O lo que es lo mismo, hablé con otro de mis jefes y le expuse el problema, pero lo hice sólo mío, como si fuese yo el único que no le gustase el café, aunque dije que a nadie le gustaba pero no lo decían. Le dije claramente que el café que servía la máquina era una porquería. Me escuchó atentamente y, oh milagro, la siguiente vez que vino el que cargaba la cafetera con cápsulas el jefe habló con él y trajo dos tipos nuevos de cápsula, uno de las cuales estaba bastante bien. Ya con el de la máquina convine personalmente qué tipo de café quería yo, y además aproveché para decirle que nadie se iba a quejar porque la gente se bebería brea si se la pusiesen de café.
Y ahora es cuando yo sólo, con un sólo general, he conseguido lo que quería, que no es otra cosa que un café medianamente decente.
No espero que nadie me lo agradezca aunque el fin haya sido bueno, pero no dejo de imaginarme el paralelismo que tiene esta situación a cualquier otra relacionada con decisiones mucho más importantes dentro de la misma empresa, no ya dentro de la política de Estado.
Acordaos, un sólo soldado convence a un solo general. Y los demás, a tragar y a callar. Así nos va.
En ella decía que el café era malo de libro, y si bien todo el mundo protestaba, yo era el único que lo hacía públicamente. Pedí ayuda para cambiar esto y todos me dieron la espalda: estaba solo y nada iba a conseguir.
Y por eso decidí el asalto al poder mediante un golpe de Estado. O lo que es lo mismo, hablé con otro de mis jefes y le expuse el problema, pero lo hice sólo mío, como si fuese yo el único que no le gustase el café, aunque dije que a nadie le gustaba pero no lo decían. Le dije claramente que el café que servía la máquina era una porquería. Me escuchó atentamente y, oh milagro, la siguiente vez que vino el que cargaba la cafetera con cápsulas el jefe habló con él y trajo dos tipos nuevos de cápsula, uno de las cuales estaba bastante bien. Ya con el de la máquina convine personalmente qué tipo de café quería yo, y además aproveché para decirle que nadie se iba a quejar porque la gente se bebería brea si se la pusiesen de café.
Y ahora es cuando yo sólo, con un sólo general, he conseguido lo que quería, que no es otra cosa que un café medianamente decente.
No espero que nadie me lo agradezca aunque el fin haya sido bueno, pero no dejo de imaginarme el paralelismo que tiene esta situación a cualquier otra relacionada con decisiones mucho más importantes dentro de la misma empresa, no ya dentro de la política de Estado.
Acordaos, un sólo soldado convence a un solo general. Y los demás, a tragar y a callar. Así nos va.
By Harald Hoyer from Schwerin, Germany (Coffee Beans Uploaded by russavia) [CC-BY-SA-2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0)], via Wikimedia Commons, así, del tirón, CTRL+C |
sábado, 18 de mayo de 2013
La democracia en una máquina de café
Marchando un café de la wikicommons |
Hace unos pocos días me di cuenta de que la democracia es perfectamente asimilable a una máquina de café de esas que hay en el trabajo.
El caso es que en mi trabajo teníamos una máquina como la de la foto, no la misma marca pero del estilo. Yo era de los mejores clientes que tenía: unos cuatro incluso cinco cafés al día caían seguro. Cafés, descafeinados, chocolates, capuccinos... Había gran variedad. El precio era bueno (0.40€) y la calidad muy buena, pues cuántas veces habré pagado el triple por cafés mucho peores en cafeterías con cafetera express.
La máquina era mantenida puntualmente todos los lunes, y un técnico venía tanto a reponer género como a retirar la recaudación. Todo perfecto.
Pero un día sin previo aviso, otro técnico que nadie conocía se presentó con una máquina nueva, y retiró la vieja sin más. Casualmente en ese momento yo pasaba por ahí y le pregunté:
- Anda, ¿os lleváis la máquina? Pero si funciona muy bien y hace un café estupendo...
- Sí, pero es que ¿sabes? es una máquina ya vieja. Y va a subir un poco el precio.
- Me parece correcto, pues ya llevábais años manteniendo el precio. Pero, ¿no podíais reprogramar la máquina vieja? Es que hace tan buen café....
- Verás, es que es mejor la máquina nueva. Además, la primera semana no os cobraré pues como es nueva el café sabe un poco raro.
- Bueno. Si tiene que ser así....
El caso es que efectivamente, la primera semana -gratis- el café sabía raro. Y cuando pasó esa semana, el café seguía sabiendo extraño. Y pasó un mes, y otro, y otro.... Pero la calidad del café lejos de mejorar, empeoró mucho.
Extrañado, un día me decidí preguntar a mi jefe acerca de esto, y, tomándose un café recién sacado me dijo: "pero si este café es mejor...". Y se fue dejándome con la palabra en la boca.
Mis compañeros, lo mismo que yo, hacían corros por lo bajini comentando lo malo que era el café, pero nadie dejaba de tomarlo.
Por fin, un día en que ya no pude más, decidí dejar de tomar café en el trabajo. Me negué a seguir tomando esa porquería que era pretendidamente un café. Y empecé a llevarme un termo de mi casa, con las consiguientes -al principio- chanzas de mis compañeros. Además, les indiqué que para mí era una molestia muy grande tener que llevarme de mi casa algo que podía tener en el trabajo por un precio asequible. Y que no sabía cómo podían beber ese agua manchada.
Hace cosa de una semana, le propuse a uno de mis compañeros la siguiente idea:
- Tenemos que dejar de tomar ese café. Imagínate que el técnico viene el lunes a retirar el dinero, y no hay nada. Seguro que se mosqueaba y preguntaría al jefe a ver qué ha pasado. Y si a la semana siguiente le pasase lo mismo, perdería el culo por traernos un café de mejor calidad.
- Es verdad. Deberíamos hacer eso porque este café es malísimo.
- De acuerdo. Yo ya ves que no lo tomo ya. Propón esto mismo a todo el que puedas que yo haré lo mismo.
Efectivamente, al día siguiente me encontré en la máquina con otro compañero y le expuse la conversación. Me miró y se encogió de hombros, pero sacó su café y volvió a su trabajo sin más. Se conformaba con lo que le pusiesen, así fuese brea.
A la tarde, me junté con otro más. Y también le dije lo que pensaba. Y le pareció buena idea, pero me dijo:
- Es mejor no decir nada, porque si decimos algo nos quitarán la máquina.
- Pues tráete un termo, como yo.
- .....
Me di perfecta cuenta de la situación: estaba solo. Mi medida personal de dejar de tomar café no conduciría a nada, y que si peleaba con el jefe por una máquina de café mejor sólo me traería problemas.
En Democracia pasa exactamente igual. Se tiene un sistema de funcionamiento que agrada a la mayoría de los ciudadanos, y de repente unos pocos lo cambian (vg. nuevas leyes). Cuando alguien lo denuncia, puede encontrarse desde gente que directamente le da igual, se conforma así le pisen la cabeza, hasta gente que opina que es mejor no decir nada, no vaya a ser que nos apreten aún más.
Y luego quedamos cuatro descerebraos que aunque nos den por todos sitios, seguimos proponiendo, ideando, moviendo e instigando todo aquello que nos parece bueno no sólo para nosotros, sino para el mayor número de gente posible.
Pues si esperamos que el café mejore de calidad hablando por lo bajini y no haciendo nada entre todos, comeremos mierda durante mil años. Y nos la mereceremos.
sábado, 27 de abril de 2013
Rosquillas caseras (know-how)
Hace mucho, mucho tiempo, escribí aquí mesmo un post sobre las rosquillas caseras-que por cierto, es de los más visitados-.
Pero, oh amigos, sólo venía una foto del resultado. En su momento no expliqué cómo se hacen (know-how en el idioma de chéspir). Así que ahora es cuando va la buena. Esta receta es fácil a rabiar, barata y no hay ser vivo sobre la Tierra que no le guste.
Al loro y no perdáis ápice, que allá vamos:
A lo primero necesitamos los correspondientes ingredientes:
- 3 huevos de gallina
- anís (no granos de anís, anís líquido)
- 1 sobre de levadura royal
- aceite de oliva
- azúcar
- harina
- 1 vaso y un bol grande
Con el anís las cadenas salen buenas, pero si le echáis Marie Brizard ya es la leche.
Bien, la medida de todo es el volumen que ocupan los tres huevos, tal que asín:
Echamos los huevos al bol que tengamos, y la misma medida de los huevos le echamos de anís:
Y la misma medida de aceite:
Y la misma de azúcar:
Bien, todo al bol al que echamos el sobre royal.
Ahora empezamos a batir todo bien batido hasta que quede tal que de esta guisa:
¿Y la harina? Pues ahora es cuando vamos añadiendo harina a pocos a pocos, y vamos removiendo:
Seguimos añadiendo harina poco a poco y la cosa va cogiendo consistencia:
Y llega un momento en que las varillas se doblan de pura resistencia que ofrece la masa, así que utilizaremos una cuchara de acero toledano:
Ahora viene la parte delicada, que es el punto sacto de harina. Iremos añadiendo (y removiendo) hasta que la masa quiera empezar a despegarse de las paredes del bol y verteremos la masa al mármol, previamente enharinado. Es una masa pegajosa y muy dúctil, habrá que manejarla con las manos bien enharinadas.
Y empieza la orgía rosquística, iremos cogiendo pedacitos de masa y formaremos las rosquillas, que dejaremos sobre papel de horno para que no se apeguen.
Y preparamos una auténtica PISCINA de aceite. Esto es necesario pues al freír las rosquillas éstas no deben tocar el fondo de la sartén, pues si no se quemarían. Si tenéis una freidora mejor que mejor.
Preparamos la cadena de montaje en la que destaca la bandeja llena de azúcar que veis. Pues tiene truqui.
A freír se ha dicho. Observad que al dejar las rosquillas sobre el aceite se van al fondo, pero enseguida suben y flotan. Deben hacerse a fuego medio
Y cuando estén por un lado, se les da la vuelta:
Ijjjjjjssssss. Se me han dorado un poco. Las bien hechas de verdad salen sin dorar, por eso es importante regular el fuego a la temperatura exacta, y también el tamaño de la rosquilla influye pues una rosquilla más pequeña se hace en menos tiempo y recibe menos calor. Y si la rosquilla es demasiado gruesa, corremos peligro de que no se cocine bien por dentro.
Bien, ahora viene el truqui del almendruqui. Cuando saquemos las rosquillas debemos echarlas a una bandeja repleta de azúcar para que se pegue bien. Es muy importante hacer esto con las rosquillas muy calientes, pues en frío no se pega el azúcar y saldrán sosas. Sí, nos quemaremos un poquito los dedos.
Y así, con todas las rosquillas que nos salgan. Que vive Dios, no son escasas. Conforme vamos rebozando en azúcar unas, se van friendo otras y hay que darles vuelta en la sartén. En un no parar.
Y por fin, el resultado ya mítico:
Por DIOS!!!! Estas rosquillas no se consiguen por ahí ni pagando mucho dinero, ni en textura ni en sabor. Receta 100% casera a tope de toda la vida.
Por la mañanita del domingo, con una copita de anís, y ya pueden venir los almogávares que os va a dar igual. Podéis morir con la conciencia tranquila de haberlo hecho todo en esta vida.
Pero, oh amigos, sólo venía una foto del resultado. En su momento no expliqué cómo se hacen (know-how en el idioma de chéspir). Así que ahora es cuando va la buena. Esta receta es fácil a rabiar, barata y no hay ser vivo sobre la Tierra que no le guste.
Al loro y no perdáis ápice, que allá vamos:
A lo primero necesitamos los correspondientes ingredientes:
- 3 huevos de gallina
- anís (no granos de anís, anís líquido)
- 1 sobre de levadura royal
- aceite de oliva
- azúcar
- harina
- 1 vaso y un bol grande
Bien, la medida de todo es el volumen que ocupan los tres huevos, tal que asín:
Fijaos en que he marcado con rotulador hasta dónde le llegan los huevos, je je je. |
Sale un poco turbio porque aproveché un chupito inacabado que tenía en el frigo desde el día anterior |
Bien, todo al bol al que echamos el sobre royal.
Ahora empezamos a batir todo bien batido hasta que quede tal que de esta guisa:
¿Y la harina? Pues ahora es cuando vamos añadiendo harina a pocos a pocos, y vamos removiendo:
Seguimos añadiendo harina poco a poco y la cosa va cogiendo consistencia:
Y llega un momento en que las varillas se doblan de pura resistencia que ofrece la masa, así que utilizaremos una cuchara de acero toledano:
Ahora viene la parte delicada, que es el punto sacto de harina. Iremos añadiendo (y removiendo) hasta que la masa quiera empezar a despegarse de las paredes del bol y verteremos la masa al mármol, previamente enharinado. Es una masa pegajosa y muy dúctil, habrá que manejarla con las manos bien enharinadas.
Y empieza la orgía rosquística, iremos cogiendo pedacitos de masa y formaremos las rosquillas, que dejaremos sobre papel de horno para que no se apeguen.
Y preparamos una auténtica PISCINA de aceite. Esto es necesario pues al freír las rosquillas éstas no deben tocar el fondo de la sartén, pues si no se quemarían. Si tenéis una freidora mejor que mejor.
Preparamos la cadena de montaje en la que destaca la bandeja llena de azúcar que veis. Pues tiene truqui.
A freír se ha dicho. Observad que al dejar las rosquillas sobre el aceite se van al fondo, pero enseguida suben y flotan. Deben hacerse a fuego medio
Y cuando estén por un lado, se les da la vuelta:
Ijjjjjjssssss. Se me han dorado un poco. Las bien hechas de verdad salen sin dorar, por eso es importante regular el fuego a la temperatura exacta, y también el tamaño de la rosquilla influye pues una rosquilla más pequeña se hace en menos tiempo y recibe menos calor. Y si la rosquilla es demasiado gruesa, corremos peligro de que no se cocine bien por dentro.
Bien, ahora viene el truqui del almendruqui. Cuando saquemos las rosquillas debemos echarlas a una bandeja repleta de azúcar para que se pegue bien. Es muy importante hacer esto con las rosquillas muy calientes, pues en frío no se pega el azúcar y saldrán sosas. Sí, nos quemaremos un poquito los dedos.
Y así, con todas las rosquillas que nos salgan. Que vive Dios, no son escasas. Conforme vamos rebozando en azúcar unas, se van friendo otras y hay que darles vuelta en la sartén. En un no parar.
Y por fin, el resultado ya mítico:
Por DIOS!!!! Estas rosquillas no se consiguen por ahí ni pagando mucho dinero, ni en textura ni en sabor. Receta 100% casera a tope de toda la vida.
Por la mañanita del domingo, con una copita de anís, y ya pueden venir los almogávares que os va a dar igual. Podéis morir con la conciencia tranquila de haberlo hecho todo en esta vida.
sábado, 13 de abril de 2013
Vendrás a contarme tus miserias...y me cago en el amor
Ya será demasiado tarde, no sólo para ti, lo será para todos.
Cuando tu hijo quede lisiado por no haber sido diagnosticado a tiempo
Cuando tengas que malvender lo que tanto tiempo te ha costado conseguir
Cuando tu jefe te apriete las clavijas y tengas que tragar con lágrimas en los ojos
Cuando te quedes en paro y no sepas ya a quién contar tus penas
Cuando veas que has trabajado como un mulo toda tu vida y no tienes nada sino deudas
Cuando ya no puedas pagarles los estudios a tus hijos y les condenes a la servidumbre
Cuando recurras a tus padres, ancianos ya, suplicando limosna y no puedas mirarles a la cara
Cuando todos tus motivos junto con tu altanería se hayan ido y te quede sólo la realidad
Entonces vendrás a contarme tus miserias.
Pero yo no seré como tú fuiste conmigo porque yo no te despreciaré. No te miraré por encima del hombro ni pensaré que eres un desgraciado. No me reiré de tí por soñar un mundo distinto. No te abandonaré a tu suerte ni proclamaré a los cuatro vientos tus ideas mofándome de ellas.
Porque en ti te reconozco a mí. Porque a pesar de todo eres mi amigo y eres mi hermano. Porque por encima de todo nos tenemos los unos a los otros y eso es lo que de verdad importa. Porque de verdad creo, ingenuamente, que todos somos iguales.
Pero ya será demasiado tarde. Y la misericordia no te salvará porque yo estaré igual que tú, ya seremos iguales, pero por debajo. Te hundirás y yo contigo. Nos habrás ahogado a los dos; moriremos como el socorrista que es aferrado por el nadador inconsciente que piensa que la fuerte resaca no lo llevará al fondo.
Me cago en el amor.
Cuando tu hijo quede lisiado por no haber sido diagnosticado a tiempo
Cuando tengas que malvender lo que tanto tiempo te ha costado conseguir
Cuando tu jefe te apriete las clavijas y tengas que tragar con lágrimas en los ojos
Cuando te quedes en paro y no sepas ya a quién contar tus penas
Cuando veas que has trabajado como un mulo toda tu vida y no tienes nada sino deudas
Cuando ya no puedas pagarles los estudios a tus hijos y les condenes a la servidumbre
Cuando recurras a tus padres, ancianos ya, suplicando limosna y no puedas mirarles a la cara
Cuando todos tus motivos junto con tu altanería se hayan ido y te quede sólo la realidad
Entonces vendrás a contarme tus miserias.
Pero yo no seré como tú fuiste conmigo porque yo no te despreciaré. No te miraré por encima del hombro ni pensaré que eres un desgraciado. No me reiré de tí por soñar un mundo distinto. No te abandonaré a tu suerte ni proclamaré a los cuatro vientos tus ideas mofándome de ellas.
Porque en ti te reconozco a mí. Porque a pesar de todo eres mi amigo y eres mi hermano. Porque por encima de todo nos tenemos los unos a los otros y eso es lo que de verdad importa. Porque de verdad creo, ingenuamente, que todos somos iguales.
Pero ya será demasiado tarde. Y la misericordia no te salvará porque yo estaré igual que tú, ya seremos iguales, pero por debajo. Te hundirás y yo contigo. Nos habrás ahogado a los dos; moriremos como el socorrista que es aferrado por el nadador inconsciente que piensa que la fuerte resaca no lo llevará al fondo.
Me cago en el amor.
viernes, 22 de marzo de 2013
Croquetas de jamón caseras (y II)
Tranquil, Josep María. Ya estoy aquí.
Bueeeeno. Ya ha pasado un día entero (bueno, dos, pero ayer estaba doblao como para colgar las fotos y lo hago hoy) y ya tenemos la masa de las croquetas a punto.
Sacamos la masa del frigo y... ARGH!
Bueno, nada importante. Cosas de los "duendes" del frigorífico.
Necesitaremos huevos y pan rallado, y una sartén con una generosa cantidad de aceite.
Lo primero es preparar la encimera cual línea de montaje de fábrica, tal que de esta guisa.:
Y ya con todo preparado, con todos los aparamentajes desde la materia prima, los productos intermedios, las ramientas y el ensamblaje final, como se ve aquí:
El proceso es el que sigue:
- Con las dos cucharas sacamos un poco de masa y le damos forma
- Pasamos la croqueta semielaborada al huevo y volteamos con los tenedores
- Pasamos la croqueta con huevo al pan rallado
- Echamos con la mano el pan rallado sobre la croqueta y la envolvemos bien, y damos forma definitiva.
Así, sin mancharse ni un pelín, se hacen las croquetas en un periquete. Nada de dedos como el palo de un gallinero, como si hubiésemos metido las manos en engrudo y luego en serrín. El truco es no tocar ni la masa ni el huevo, y el pan rallado no mancha ni se pega.
Por lo que aquí tenemos las primeras de la clase...
Y cómo no, todas sus amigas:
Tiempo total, más o menos una hora. Algo menos. Y ahora a freír en una PISCINA de aceite. Yo uso de oliva pero el girasol aquí también puede usarse, así la croqueta sabrá más a croqueta. A fuego suave, porque si no quemaremos el rebozado, y si es muy flojo las croquetas se rompen. Yo, al 5 de mi vitro.
Meeeeedia vuelta, ¡AR!
Como veis, he preparado el final de cadena en forma de plato cubierto con papel de cocina, para que termine de absorber todo el aceite que sueltan tras sacarlas...
El huevo que ha sobrado de rebozar lo he hecho en tortilla, y estaba de rechupete.
Y ahora viene lo bueno.....¡¡¡ÑAKA!!!!
CO-JO-NU-DAS. Me han salido supremas que te inclinas, con el toque de la nuez moscada. Mmmmmmmhh. La masa muy suave, el jamoncito y el huevo duro crocantitos. La verdad es que yo creo que son las mejores que he hecho en mucho tiempo, lo prometo.
Así que ya sabéis, por dos duros podéis quedar como un general de la 8ª División Aerotransportada de los Marines. Receta para sorprender a propios y extraños.
Bueeeeno. Ya ha pasado un día entero (bueno, dos, pero ayer estaba doblao como para colgar las fotos y lo hago hoy) y ya tenemos la masa de las croquetas a punto.
Algún hurón ha metido el morro aquí, voto a bríos |
Bueno, nada importante. Cosas de los "duendes" del frigorífico.
Necesitaremos huevos y pan rallado, y una sartén con una generosa cantidad de aceite.
Lo primero es preparar la encimera cual línea de montaje de fábrica, tal que de esta guisa.:
Y ya con todo preparado, con todos los aparamentajes desde la materia prima, los productos intermedios, las ramientas y el ensamblaje final, como se ve aquí:
El proceso es el que sigue:
- Con las dos cucharas sacamos un poco de masa y le damos forma
- Pasamos la croqueta semielaborada al huevo y volteamos con los tenedores
- Pasamos la croqueta con huevo al pan rallado
- Echamos con la mano el pan rallado sobre la croqueta y la envolvemos bien, y damos forma definitiva.
Así, sin mancharse ni un pelín, se hacen las croquetas en un periquete. Nada de dedos como el palo de un gallinero, como si hubiésemos metido las manos en engrudo y luego en serrín. El truco es no tocar ni la masa ni el huevo, y el pan rallado no mancha ni se pega.
Por lo que aquí tenemos las primeras de la clase...
Y cómo no, todas sus amigas:
Tiempo total, más o menos una hora. Algo menos. Y ahora a freír en una PISCINA de aceite. Yo uso de oliva pero el girasol aquí también puede usarse, así la croqueta sabrá más a croqueta. A fuego suave, porque si no quemaremos el rebozado, y si es muy flojo las croquetas se rompen. Yo, al 5 de mi vitro.
Meeeeedia vuelta, ¡AR!
Como veis, he preparado el final de cadena en forma de plato cubierto con papel de cocina, para que termine de absorber todo el aceite que sueltan tras sacarlas...
El huevo que ha sobrado de rebozar lo he hecho en tortilla, y estaba de rechupete.
Y ahora viene lo bueno.....¡¡¡ÑAKA!!!!
CO-JO-NU-DAS. Me han salido supremas que te inclinas, con el toque de la nuez moscada. Mmmmmmmhh. La masa muy suave, el jamoncito y el huevo duro crocantitos. La verdad es que yo creo que son las mejores que he hecho en mucho tiempo, lo prometo.
Así que ya sabéis, por dos duros podéis quedar como un general de la 8ª División Aerotransportada de los Marines. Receta para sorprender a propios y extraños.
martes, 19 de marzo de 2013
Croquetas de jamón caseras (I)
Bien amigos del pernil ibérico, aquí estoy de nuevo dispuesto a satisfacer vuestros instintos más bajos de la manera más rastrera posible, o sea dándoos una receta propia de Dioses más que de humanos.
Tiene las características de la buena cocina tradicional: barato, ingredientes sencillos y riquísimo. Y gusta a todos: grandes y pequeños, ricos y pobres, jóvenes y viejos.
Así que allá vamos. Necesitaremos:
- 150 grs de jamón, no necesariamente caro. Puede ser del hiper.
- 2 huevos
- 150 grs de mantequilla
- 1 cebolla mediana
- 1 diente de ajo
- 150 grs de harina
- 1 litro de leche
- sal, pimienta y si queremos quedar como el mismísimo Zeus, un poco de nuez moscada.
Al tajo:
Ponemos a calentar la leche con un poco de sal y pimienta, y ponemos a cocer los huevos (pa no iniciados, 12 minutos desde que empiezan a hervir)
Aquí tenemos parte de los ingredientes que esperan su turno, empezando por la mantequilla:
La ponemos a derretir a fuego suave, porque si no se quemará y saldrá con un sabor fuerte que arruinaría el plato.
Mientras, vamos picando la cebolla y el ajo, con el jamón esperando su turno:
Pochamos la cebolla y el ajo, removiendo de vez en cuando:
Y la cosa ya va cogiendo su colorcillo:
El aroma que sube ya despierta pasiones escondidas, y más si son las siete de la tarde y tenemos la comida ya en los pies.
Aprovechamos mientras se cocina a trocear el jamón, en taquitos más o menos finos:
Y vamos preparando el resto de ingredientes, la nuez moscada y la harina:
Salteamos en otra sartén el jamón, a fuego fuerte. Reservaremos.
A estas alturas, los huevos ya se han cocido y los hemos pelado y todo:
Troceamos al gusto:
Ahora empieza la fiesta croqueteril: la cebolla ya está cocinada (hemos ido probando), y le añadimos la harina:
Ahora toca remover amigos, así que durante dos o tres minutos iremos dorando la harina para quitarle el gusto a crudo. Nos quedará una pasta más o menos sólida y sin grumos, tal como ésto:
Y añadimos la leche, que no dejaremos que haya hervido. Echamos encima y a remover....
Otia, que difícil es esto y qué poco espacio tengo. Y encima con una cuchara no voy a hacer más que el ridículo....cambio de perolo:
Joder qué cambio, ni punto de comparación. Batimos con las varillas (que además podían rayar el antiadherente de la sartén) y la cosa coge consistencia a ojos vista. Añadiremos el jamón que teníamos reservado sin dejar de remover.
Y tras remover bien, añadimos el huevo picado:
Y seguimos removiendo, a fuego muy suave para evitar agarrones en el fondo de la olla. Venga que casi lo tenemos. Ahora viene el toque maestro: comprobamos de sal y le damos un espolvoreo pequeño de nuez moscada.
Y voilá. Ya tenemos la masa hecha. Mmmmmmmmm, han salido en su punto. Suavecitas y con el puntito de la nuez moscada. Ahora toca verter la masa en una fuente:
Y la envolveremos en papel flín, cuidando bien de cubrir los bordes, para que la masa no se seque.
Bien, hasta aquí la primera parte. Ahora la masa debe ir al frigo y tirarse la noche entera ahí, para que coja consistencia. Mañana formaremos las croquetas y las freiremos, así que ¡hasta mañana!
Tiene las características de la buena cocina tradicional: barato, ingredientes sencillos y riquísimo. Y gusta a todos: grandes y pequeños, ricos y pobres, jóvenes y viejos.
Así que allá vamos. Necesitaremos:
- 150 grs de jamón, no necesariamente caro. Puede ser del hiper.
- 2 huevos
- 150 grs de mantequilla
- 1 cebolla mediana
- 1 diente de ajo
- 150 grs de harina
- 1 litro de leche
- sal, pimienta y si queremos quedar como el mismísimo Zeus, un poco de nuez moscada.
Ponemos a calentar la leche con un poco de sal y pimienta, y ponemos a cocer los huevos (pa no iniciados, 12 minutos desde que empiezan a hervir)
Aquí tenemos parte de los ingredientes que esperan su turno, empezando por la mantequilla:
La ponemos a derretir a fuego suave, porque si no se quemará y saldrá con un sabor fuerte que arruinaría el plato.
Mientras, vamos picando la cebolla y el ajo, con el jamón esperando su turno:
Pochamos la cebolla y el ajo, removiendo de vez en cuando:
Y la cosa ya va cogiendo su colorcillo:
El aroma que sube ya despierta pasiones escondidas, y más si son las siete de la tarde y tenemos la comida ya en los pies.
Aprovechamos mientras se cocina a trocear el jamón, en taquitos más o menos finos:
Y vamos preparando el resto de ingredientes, la nuez moscada y la harina:
Salteamos en otra sartén el jamón, a fuego fuerte. Reservaremos.
A estas alturas, los huevos ya se han cocido y los hemos pelado y todo:
Troceamos al gusto:
Ahora empieza la fiesta croqueteril: la cebolla ya está cocinada (hemos ido probando), y le añadimos la harina:
Ahora toca remover amigos, así que durante dos o tres minutos iremos dorando la harina para quitarle el gusto a crudo. Nos quedará una pasta más o menos sólida y sin grumos, tal como ésto:
Y añadimos la leche, que no dejaremos que haya hervido. Echamos encima y a remover....
Otia, que difícil es esto y qué poco espacio tengo. Y encima con una cuchara no voy a hacer más que el ridículo....cambio de perolo:
Joder qué cambio, ni punto de comparación. Batimos con las varillas (que además podían rayar el antiadherente de la sartén) y la cosa coge consistencia a ojos vista. Añadiremos el jamón que teníamos reservado sin dejar de remover.
Y tras remover bien, añadimos el huevo picado:
Y seguimos removiendo, a fuego muy suave para evitar agarrones en el fondo de la olla. Venga que casi lo tenemos. Ahora viene el toque maestro: comprobamos de sal y le damos un espolvoreo pequeño de nuez moscada.
Y voilá. Ya tenemos la masa hecha. Mmmmmmmmm, han salido en su punto. Suavecitas y con el puntito de la nuez moscada. Ahora toca verter la masa en una fuente:
Y la envolveremos en papel flín, cuidando bien de cubrir los bordes, para que la masa no se seque.
Bien, hasta aquí la primera parte. Ahora la masa debe ir al frigo y tirarse la noche entera ahí, para que coja consistencia. Mañana formaremos las croquetas y las freiremos, así que ¡hasta mañana!
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